Sociedad ilustrada

1. EUDEMONISMO. Elaboró una ética de la felicidad llamada «Eudemonismo», porque presupone que el bien supremo que todos los seres humanos perseguimos es la felicidad. La tarea de la reflexión ética será investigar qué es la felicidad y cómo conseguirla. Para ello, crea una afirmación sobre las condiciones materiales necesarias para ser feliz: nadie puede ser feliz viviendo en la miseria, la indigencia, la indignidad, la tortura y la marginación absoluta.  Todas estas condiciones materiales son necesarias para una vida feliz pero no son suficientes, hace falta algo más. Todos los seres del universo poseen una función, una esencia y su excelencia consistirá en realizar de la forma más perfecta esa esencia y esa función específica. Por ejemplo: un cuchillo es un «buen cuchillo» si corta de maravilla… El ser humano es feliz cuando se autorrealiza como ser humano. La única actividad humana propia y exclusiva de las personas es la capacidad de pensar y razonar.  Seremos buenos y felices si conseguimos que nuestra vida sea lo más racional posible. Para ello, hay que respetar dos tipos de normas a las que Aristóteles llama virtudes: Las virtudes éticas o morales. Las virtudes dianoéticas o intelectuales. El hábito de mantener nuestras emociones, sentimientos y deseos en un término medio. Así que, en las decisiones que tomemos día a día, no debemos dejarnos llevar por nuestros impulsos, deseos y emociones: ira, rabia, miedo, pasión…, sino que nuestra guía debe ser siempre la razón, sólo serán buenas las decisiones racionales, sólo ésas nos conducirán a la felicidad. 1. Ejemplos de virtud ética: Vicio por exceso – temeridad, despilfarro, ira… Virtud (término medio) – valor, generosidad, educación… Vicio por defecto – cobardía, avaricia, timidez… 2. Ejemplos de virtudes intelectuales: La prudencia – nos permite saber dónde está nuestro término medio. La sabiduría – nos induce a dedicarnos a las tareas o trabajos más acordes con nuestra naturaleza racional. Debemos fijarnos también en que la virtud es un hábito (una persona no es generosa por serlo sólo una vez o dos), por tanto se adquiere por repetición de actos, y requiere esfuerzo e interés. También es importante saber que el término medio virtuoso es relativo, no objetivo: depende de las circunstancias de cada persona. En definitiva, la vida feliz para Aristóteles, es la vida dedicada a la reflexión, acompañada de la virtud.


2. EPICUREÍSMO. Epicuro fundó en Atenas su escuela, El Jardín. Según esta teoría el bien supremo,  es el placer. Maximizar el placer y minimizar el dolor es el objetivo prioritario de nuestra vida. El placer se define como: – La ausencia de dolor en el cuerpo. – La ausencia de perturbaciones psicológicas o espirituales como el miedo, la angustia… – La satisfacción de nuestros deseos, incluyendo deseos referidos al cuerpo y deseos más espirituales como la amistad, el conocimiento… Además,  el placer debe ser, al menos, duradero. 

Epicuro distingue 3 tipos de deseos y nos da normas para satisfacerlos y así maximizar el placer y minimizar el dolor: 1. Naturales y necesarios: Su satisfacción siempre hace feliz al hombre.
(alimentarse y dormir). 2. Naturales y no necesarios: nacen del deseo de los seres humanos de variar y obtener más placer de la vida. (satisfacer el apetito con una exquisita paella y no con un trozo de pan). 3. No naturales y no necesarios: A estos deseos debemos renunciar pues no se sacian nunca, cuanto más tenemos más queremos. (el lujo, el poder, la riqueza).

Epicuro nos propone cuatro normas más que habremos de seguir si queremos una vida placentera para poder eliminar el dolor espiritual. Se trata de eliminar cuatro temores, prejuicios, tabúes… 1. El miedo a los dioses: para eliminarlo basta pensar que no se cuidan de los asuntos humanos. 2. El temor a la muerte: es absurdo temerla. Tampoco debemos temer al «más allá», pues tras la muerte no hay más vida. 3. El temor al destino: Epicuro negó el determinismo, nada está escrito. Cada hombre es dueño de su propio destino. 4. El temor al dolor y la infelicidad: el dolor se puede soportar.

Si seguimos las enseñanzas de Epicuro respecto a la moderación y la renuncia a falsos placeres, así el sabio logra así la “ataraxia”, la imperturbabilidad del espíritu.


3. ESTOICISMO. Zenón fundó en Atena la escuela Stoa (pórtico), y su lema que era ¡Abstente y soporta! Según los estoicos todo el universo y cuanto en él sucede, está regido, dirigido y determinado por una Ley, principio o razón universal que todo controla y domina, como el movimiento de los astros o el crecimiento de un niño, están férreamente determinados por una cadena de causas inexorables. Todo ocurre de modo necesario, el destino existe y aun cuando la vida nos pueda parecer absurda, es en realidad absolutamente racional. Por todo esto, el ser humano debe vivir de acuerdo con la razón universal, vivir en armónía con el todo, aceptar lo que el destino nos depare aún cuando nos parezca absurdo, irracional, trágico o doloroso pues sabemos que, aunque desde nuestra perspectiva individual e inmediata lo parezca, no lo es. La felicidad para el estoicismo, es actuar conforme a la naturaleza, es decir, actuar conforme a la razón. Sólo así lograremos la imperturbabilidad (ataraxia): practicando la apatía, es decir, permaneciendo impasibles ante todo aquello que no depende de nosotros, que en ocasiones como el amor o el éxito. Nuestro objetivo es la no resistencia a lo que es y no puede no ser, a través del autocontrol, el autodominio, la eliminación de las pasiones (el dolor, el temor, el deseo que nos encadena); comprender y aceptar lo que no podemos cambiar.  La norma moral para conseguir semejante objetivo es un férreo dominio de la voluntad. La única libertad posible es la del sabio que sabe que todo está determinado por la Razón.


4. UTILITARISMO. Los principales representantes son Jeremy Bentham (1748-1832) y a John Stuart Mili (1806-1873).  Según esta doctrina, lo bueno es lo útil, en el sentido de aquello que nos procura comodidad, confort. Por ello se suele considerar al utilitarismo un tipo de hedonismo.  1. Según J. S. Mill. Nuestra conducta debe regirse por el principio de utilidad o interés de la mayoría. De ahí el principio utilitarista por excelencia: una acción es buena cuando produce la mayor felicidad para el mayor número de personas, por eso en cada acción debemos calcular la cantidad de utilidad o inutilidad que proporcionará.  El principio básico de moralidad y justicia es que la felicidad de los individuos debe ser compatible con la felicidad del conjunto. Mientras que para Bentham primaba más la cantidad de placer, J.S. Mill dio prioridad a la calidad del placer, y distinguíó entre placeres inferiores (relacionados con las necesidades fisiológicas) y placeres superiores (aquellos que promueven el desarrollo intelectual y moral del ser humano) Sólo estos últimos nos pueden satisfacer plenamente.

5. LA ÉTICA KANTIANA. Immanuel Kant (1724-1804), filósofo alemán del Siglo XVIII (siglo de la Ilustración), elaboró la primera ética formal, en la que no se indica qué tiene que hacer el sujeto , sino la forma en la que debe actuar. Y el sujeto debe actuar conforme a la ley moral. Según Kant lo que hace buena una conducta no es la conducta misma sino la intención con que la realizamos.  Kant distingue tres tipos de acciones: 1. Contrarias al deber y, por tanto, inmorales. 2. Conformes al deber pero realizadas por interés, miedo al castigo o inclinación, que carecen de valor moral. 3. Conformes al deber y realizadas solo  por respeto al deber: sólo éstas son moralmente buenas. Sólo es moralmente buena aquella conducta que es conforme al deber y está hecha con la intención de respetar el deber independientemente de las consecuencias de la acción. El deber es “la necesidad de una acción por respeto a la ley”; obrar por deber es reconocer que se debe hacer algo o no hacerlo porque la ley moral lo exige y debe ser respetada aún en contra de mis intereses e inclinaciones. Cumplir con el propio deber es un imperativo categórico, absoluto, universal y necesario. Kant dio dos formulaciones del imperativo categórico: 1. Obra siempre de tal manera que puedas desear que la norma de tu conducta se torne ley universal. Ejemplo: Romper la promesa que hicimos en otro tiempo. 2. Obra siempre de tal modo que utilices a la humanidad, tanto en tu persona como en la de los demás, siempre como un fin y nunca como un medio. A diferencia de «las cosas», el ser humano no tiene precio sino que posee dignidad. La ética kantiana es una ética autónoma pues es cada persona quien en cada caso aplica el imperativo categórico, dándose a sí misma su propia ley moral y estableciendo su deber independientemente de causas externas. Solo hay un caso bueno en el mundo, es la buena voluntad, es la voluntad que quiere al deber, por respeto al deber.


TEMA 10: POLÍTICA

1. PLATÓN. POLÍTICA. Platón establece una clara correlación entre el alma y el Estado. La ciudad es un alma en caracteres grandes. La estructura de la polis se encuentra reflejada en el alma (y viceversa). Por eso la ética conduce a la política. Sólo en la ciudad justa es posible educar hombres justos. El hombre es un ser social por naturaleza. La estructura de la sociedad tiene que tener una estructura similar al alma. Al igual que hay tres tipos de alma, hay tres tipos de clases sociales: 1. Gobernantes-filósofos: forma el papel gobernante (dirigir), ya que conocen el mundo de las ideas (idea eterna, inmutable de justicia). Esto se identifica con el alma racional debido a las funciones que desempeñan. Su virtud es la sabiduría.  2. Guardianes-guerreros: predomina el alma irascible y tienen que tener una buena condición física. Su función es proteger de los peligros externos y someter al pueblo. Su virtud es la valentía. 3. Artesanos y labradores: predomina el alma comcupiscible. Su función es producir bienes, y servir a la polis. Su virtud es la templanza. La armonía da lugar a la justicia y eso es producto de la felicidad.   Platón es el primer filósofo que analiza los regíMenes políticos. El régimen más perfecto es esta aristocracia en la que gobiernan los más sabios. A partir de este régimen superior, los demás manifiestan una decadencia y una corrupción del régimen precedente. Debido al descontento se pasa de un gobierno a otro.  Aristocracia – Timocracia (gobierno de los militares) – Oligarquía (gobierno de los ricos) – Democracia (gobierno del pueblo) – Tiranía (gobierno regido por una persona con poder que tiene que ser fuerte).

2. ARISTÓTELES.  POLÍTICA. Aristóteles sostiene que la política es la ciencia práctica que persigue el máximo bien, que es el bien de la comunidad. La ética, que busca el bien individual, se subordina a la política. Esta interrelación  entre  ética y política procede, en último término, del carácter esencialmente social del ser humano. Al definir el hombre como animal político o social concluye que el bien supremo o la felicidad sólo es alcanzable dentro de una sociedad que tenga como fin el bien común. La naturaleza es un ser en el hombre. Por naturaleza, los hombres se asocian entre si (asociación muy básica para vivir). FORMAS DE GOBIERNO Se diferencian según gobierna una persona, pocas, o todos. Tienen dos tipos de formas de gobierno:  1. Legítima, todas persiguen el bien común como la monarquía, aristocracia o la democracia. 2. Injusta o ilegítima, todas buscan el interés propio, como la tirónía, oligarquía o la demagogia. 


3.Rousseau. POLÍTICA. 1. La tesis que sostiene Rousseau es que los hombres en estado de naturaleza son iguales, no existe más desigualdad que la natural (talento, estatura, cualidades…). La desigualdad entre los hombres no es natural; es una desigualdad moral o política. Es la propiedad la que hace desaparecer la igualdad entre los hombres. La propiedad privada fue el resultado de apartarse el hombre de su estado de sencillez primitiva y produjo en la sociedad males indecibles. Es injusto que “los pocos privilegiados abunden en bienes superfluos, mientras la hambrienta muchedumbre carece de lo más elemental para la vida”. 2. Rousseau distingue entre estado de naturaleza y estado social con el fin de distinguir lo que hay de originario y lo que hay de artificial en la situación actual del hombre: El estado de naturaleza designa el supuesto estado o situación del hombre con anterioridad a su vida en la sociedad. En este estado el hombre sería bueno y feliz, independiente y libre y guiado por el sano amor a sí mismo. El hombre es bueno por naturaleza.  3. Para Rousseau, los hombres son libres por naturaleza, pero la sociedad actual los ha convertido en esclavos; sólo una reforma social y educativa puede devolver al hombre la libertad perdida.  4. Rousseau condena el orden social en el que no existe ya la primitiva libertad del hombre. Se resiste a fundamentar el orden social en la fuerza (como quería Hobbes) porque la fuerza no confiere derecho. Por tanto, para que el orden social sea legítimo y justificado, tendrá que fundarse en el acuerdo o la convencíón.  5. Rousseau aspira a un proyecto político en el que fueran compatibles la igualdad y la libertad aunque siempre bajo la autoridad de las leyes. Esas leyes que se las ha dado a sí mismo el pueblo, cuando ejerce la soberanía, al expresar la voluntad general.


4. EL PROBLEMA DEL HOMBRE EN Marx El hombre es un ser natural, de naturaleza activa. En cuanto ser material, corpóreo, tiene necesidades. El concepto de producción o praxis se constituye así en el centro del ser del hombre y de su vida: en el trabajo, es decir, en la producción de bienes básicos para la vida. Mediante el trabajo el hombre se relaciona con la naturaleza, con la realidad: mediante el trabajo el hombre desarrolla su ser en la historia. El hombre es un animal no sólo sociable, sino que consiste y se constituye en la sociedad. La naturaleza del hombre consiste, pues, en la producción de su vida. Esta producción le permite al hombre relacionarse con la naturaleza y con los demás hombres. Para Marx no existe una esencia humana en general: el hombre se hace a sí mismo, a través de la historia, en la sociedad y transformando la Naturaleza. El hombre es, ante todo, un ser activo, práctico, siendo el trabajo su principal actividad. El trabajo constituye la verdadera esencia del hombre, trabajo entendido como actividad productiva. Lo que diferencia al hombre de los animales no es la religión o la autoconciencia sino la necesidad que el hombre tiene de producir su medio de vida. Es en el trabajo donde el hombre, en principio, debería realizarse como hombre. Pero en las condiciones del trabajo asalariado sucede exactamente todo lo contrario: lo que se produce es la alienación del hombre. Tal alienación se da en una cuádruple dimensión: 1. Con respecto al producto de su trabajo: éste, al convertirse en “capital” de otros, aparece ante el trabajador “como un ser extraño, como un poder independiente”, que él no posee ni domina; al contrario, “cuantos más objetos produce el trabajador, tanto menos alcanza a poseer, y tanto más sujeto queda a la dominación de su producto, es decir, del capital”. 2. Con respecto a su propia actividad: su trabajo no es suyo, sino de otro. El trabajador, cuando está en el trabajo, no se pertenece a sí mismo, sino a otro. 3 Con respecto a la Naturaleza. Ésta aparece como algo ajeno al trabajador, como propiedad de otro; 4. Con respecto a los otros hombres: el hombre, a diferencia de los animales, es capaz de trabajar no sólo para sí mismo y sus propias necesidades, sino también para los demás y para la transformación del mundo a favor de los demás. Pero en el trabajo alienado se corta toda relación con la Naturaleza y con la humanidad; cada uno trabaja para sí mismo, y el “otro” aparece, todo lo más, “como el ser extraño al que pertenece el trabajo y el producto del trabajo”. 5. En definitiva, la alienación es la antítesis de la realización humana. El trabajo en la sociedad capitalista impone la  deshumanización del obrero, la pérdida de su libertad. El mundo del trabajador es un mundo deshumanizado, en donde el reino de los valores humanos es suplantado por el reino de las cosas. Él mismo es considerado una mercancía más, una cosa. Este proceso alienante que experimenta el trabajador al convertirse en cosa es el denominado por Marx reificación.     Marx concluye que la propiedad privada es la consecuencia del trabajo alienado (más bien que su causa). Por eso considera que sólo el comunismo , entendido como supresión de la propiedad privada, es decir del “capital”, permitirá la eliminación de todas las alienaciones y la humanización del hombre.  El sentido del “tener” debe desaparecer para que el hombre se pueda relacionar con las cosas “por amor a las cosas” y no simplemente para tenerlas. El comunismo marxista es concebido como desenlace inevitable de la crisis interna de la  sociedad capitalista.


5. EL PROBLEMA DE LA SOCIEDAD EN Marx. La gran novedad de Marx fue su interpretación de la historia a partir de sus condiciones materiales, de su función económica, utilizando el método dialéctico de Hegel.  Esta interpretación recibe el nombre de materialismo histórico . Se trata de una teoría no filosófica, sino sociológica,: Marx y Engels insisten en su carácter científico y en su base empírica. Los conceptos fundamentales de esta teoría son: 1. La historia encadenó diversos modos de producción (asíático, esclavista, feudalista, capitalista) y por tanto, diversas superestructuras ideológicas. 2. En este proceso representa un papel fundamental la lucha de clases. (propietarios de los medios de producción y no propietarios). La lucha de clases es el motor de la historia. 3. En el modo de producción capitalista que Marx conoce, la lucha de clases (burguésía-proletariado) conducirá, mediante la revolución socialista y la dictadura del proletariado, a la abolición de las clases sociales. La historia se va desplegando, a partir de sus contradicciones internas, desde las comunidades primitivas hasta el capitalismo industrial. Pero también el modo de producción capitalista incorpora contradicciones y crea las condiciones materiales que conducirán a su propia superación. El funcionamiento del sistema capitalista lleva a la concentración de capital. Las empresas han de optar por crecer o desaparecer. El proceso de creación de capital se basa en la acumulación de plusvalías, es decir, de las diferencias entre el valor de la materia prima y el de la mercancía ya transformada por el trabajador. El salario que recibe el trabajador no mantiene ningún tipo de relación con el valor que su trabajo añade a la producción, sino con el mantenimiento de su fuerza de trabajo, con el mínimo indispensable para que pueda continuar produciendo.  Este proceso lleva, según Marx, a que el trabajador permanezca eternamente en su situación de precariedad. El incremento de la distancia entre ricos y pobres se convierte, por tanto, en el elemento esencial del sistema. La clave de este proceso será la abolición de la propiedad privada, origen de todas las alienaciones, que sólo serán superadas en la sociedad comunista. El comunismo representará la etapa final de la historia humana, dado que disuelve el origen de las tensiones. Para Marx, el comunismo no es una utopía, sino el resultado de las leyes de la historia. Será el retorno del individuo a su existencia propiamente humana. El pensamiento de Marx es un pensamiento humanista pues está marcado por el impulso de búsqueda de la igualdad social, de liberación del ser humano alienado, de lucha contra un mundo que no permite la realización personal. El comunismo será la forma social que permita recuperar la humanidad frente a la naturaleza y el espíritu de cooperación entre los hombres.

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