Que significa tanatico

1.-



b) La frustración es un estado emocional desagradable, que se produce cuando una necesidad no puede ser satisfecha o unas expectativas no pueden cumplirse y, por tanto, no existe motivación alguna al respecto para actuar. Esta se debe a la aparición de obstáculos (ocasionales o permanentes), que pueden ser de tres tipos:
a) internos, cuando la causa reside en la propia persona, pudiendo ser física o psicológica;
b) externos, cuando la causa es ajena al sujeto; y c) de disminución de la motivación, cuando el impulso o el refuerzo para hacer algo se debilita o desaparece. 

2.- a) La teoría humanista


De acuerdo con los principios de la psicología humanista, esta teoría pone el acento en la autorrealización personal para explicar la motivación. Su principal representante es Abraham Maslow (1908-1970). Según él, el ser humano tiende de forma innata a la maduración personal. Este proceso se refleja en una jerarquización de las motivaciones, donde cada nivel o estadio se corresponde con una serie de necesidades. Maslow ordena las necesidades en escalones, como si formaran una pirámide, de manera que solo cuando han sido satisfechas las de un determinado nivel, se pueden atender las del siguiente y así, hasta satisfacer las del último y lograr la propia realización. En el escalón más bajo se sitúan las necesidades fisiológicas (sed, hambre, descanso); en el siguiente nivel están las de seguridad (seguridad física, empleo, recursos, propiedades, evitar el dolor); cuando estas necesidades son satisfechas pueden atenderse las de afecto y afiliación (querer y ser querido, amistad, pertenencia y participación dentro de un grupo); encima de este nivel está el de las necesidades de reconocimiento o estima (autoestima, reputación, afirmarse frente a los otros); por último, Maslow sitúa el nivel de las necesidades de autorrealización, cuya satisfacción supondrá el desarrollo integral de la persona (desarrollo de las propias capacidades, satisfacción personal, creatividad, espontaneidad, autonomía moral, conocimiento del mundo, sentido). En definitiva, la pirámide de Maslow no representa una simple clasificación de las necesidades humanas; también muestra la línea de desarrollo de las personas, de tal modo que no llegar al último escalón, ya sea por causas internas o externas a la persona, significa no completar el proceso de maduración, de crecimiento psicológico, es decir, de autorrealización. 

Las diferencias entre las dos teoría son que la teoría humanistade Maslow pone el acento en la autorrealización personal para explicar la motivación ya que según él, el ser humano tiende de forma innata a la maduración personal, y la teoría cognitiva no solo tienen en cuenta la satisfacción de necesidades y sus tipos a la hora de explicar la motivación, sino también una serie de factores y procesos cognitivos que intervienen en ella.

3.-




B)  Daniel Goleman (1946)

, con su concepto de «inteligencia emocional» se refiere a la habilidad de reconocer los propios sentimientos y emociones, así como los de los otros, y saber gestionarlos para adaptarnos a una situación o lograr un objetivo. Por tanto, se rompe con la tradicional concepción de la inteligencia, que la reducía a las capacidades cognitivas y a la resolución de problemas (razón instrumental), a la vez que se pone de manifiesto el papel de la afectividad en las relaciones sociales, un elemento clave para comprender al ser humano. 

4.- a) El dualismo platónico


En la filosofía de Platón (427-347 a. C.) el dualismo ontológico se traduce en un dualismo antropológico. El ser humano está compuesto por dos elementos o realidades distintas, el alma y el cuerpo. El cuerpo es la parte material del hombre, es decir, se puede captar por los sentidos. Es corruptible y mortal. El alma es la parte inmaterial, no puede captarse por los sentidos porque su naturaleza es intelectual o espiritual. Además, es la verdadera esencia del hombre y es incorruptible e inmortal. Para Platón el alma tiene más valor que el cuerpo. Atrapada en él como en una cárcel, su función principal es controlar el cuerpo. El alma pertenece al mundo inteligible, que es su destino tras su estancia provisional en el mundo sensible y cambiante. El mundo inteligible es el mundo de las ideas (la verdad), donde el alma las contempla. Estas son los modelos perfectos y las causas de todos los seres y cosas que captamos por los sentidos o por la razón. El alma sufre reencarnaciones; encerrada en el cuerpo, olvida lo que conoce del mundo de las ideas. Por ello, para Platón todo conocimiento verdadero es recuerdo del alma de esas ideas perfectas que conocíó cuando moraba junto a ellas en el mundo inteligible. Para Platón el alma humana tiene tres partes: –

Concupiscible o sensual

Está relacionada con el cuerpo y sus necesidades. Es la fuente de los malos impulsos, es decir, los deseos y pasiones “no nobles”.

– Irascible

También está relacionada con el cuerpo, pero en ella residen los impulsos nobles.

– Racional

Se identifica con la razón (logos, nous) y la voluntad. A diferencia de las dos anteriores es inmortal. Su función es el conocimiento (de las ideas y de la verdad) y guiar las otras dos partes del alma. Platón compara el alma racional con el auriga de un carro, mientras que los caballos serían las almas irascible y concupiscible./// Según Platón, todos los seres humanos poseen las tres partes del alma, aunque en cada uno predomina una de ellas. En función de esto organiza el Estado: aquellos individuos en los que prevalezca el alma concupiscible deberán asumir las tareas de producción de bienes materiales; aquellos en los que predomine el alma irascible serán los encargados de la defensa; y aquellos en los que sobresalga el alma racional se encargarán del gobierno de la polis. 


5.- Emoción


Consiste en una respuesta o reacción visible ante un estímulo ambiental o externo. Preceden al sentimiento. Son intensas y pasajeras. Es difícil determinar cuántas emociones hay debido a la complejidad de nuestra mente y a las distintas maneras en que sentimos y somos afectados, de manera que algunas emociones pueden combinarse entre sí para dar lugar a otras. Lo que sí tiene aceptación general es la distinción entre emociones primarias o básicas y secundarias o derivadas. Las primarias son innatas, se desarrollan de forma natural en nosotros y afectan a nuestro estado fisiológico (la alegría, la tristeza…) ; además son la base de las secundarias. Estas otras son adquiridas o son fruto de la combinación de emociones básicas (la culpabilidad, la vergüenza…). Las emociones cumplen un papel importante en nuestra vida. En primer lugar, ayudan a dirigir nuestra conducta y la intensidad de esta, o incluso inhibirla, ya que actúan a modo de motivaciones. Y es que, a veces, las emociones nos mueven a realizar una acción, son señales que nos ayudan a decidir cómo comportarnos. En este sentido, las emociones son útiles como mecanismos de adaptación y supervivencia. Las emociones también sirven para adaptarnos al ambiente social, permitiendo comunicarnos de forma no verbal. Además, las emociones pueden estimular nuestro aprendizaje sobre ciertos aspectos de la realidad que hayan despertado en nosotros emociones, ayudando a resolver problemas y lograr objetivos. En este sentido, las emociones pueden desempeñar un importante papel como estímulo de la iniciativa, la autonomía y el emprendimiento. Resumiendo, las emociones cumplen una función adaptativa, social y motivacional.

6.-  La introspección en Agustín de Hipona


Agustín de Hipona (354-430) es el primer gran pensador cristiano. En su filosofía se fusionan cristianismo y platonismo. Agustín, al igual que Platón, tiene una concepción antropológica dualista, el ser humano es un compuesto de cuerpo y alma. Pero el elemento cristiano de su pensamiento le lleva a entenderlos de otra manera. Coincide con Platón en que el cuerpo está sometido al alma, que le da vida y rige sobre él; pero este no es su cárcel ni es malo en sí, pues es creado y querido por Dios y es un instrumento para acercarse a Él (o alejarse). Además, de acuerdo con la doctrina cristiana de la resurrección, tampoco muere definitivamente. Por su parte, el alma no es eterna, sino creada y, como en Platón, es la parte inmaterial y más noble del ser humano. Pero Agustín no hace una clasificación tripartita del alma, solo distingue el alma racional, aunque provista de tres facultades: memoria, entendimiento y voluntad.
La principal aportación de Agustín a la filosofía del hombre reside en su idea de introspección o autoconciencia. Su propuesta enlaza con la tradición socrática y es un precedente de las antropologías filosóficas actuales. Agustín destaca en el ser humano un “sentido interior” o capacidad para volverse sobre sí mismo, que llama introspección. Por medio de ella observa su interior, su subjetividad o intimidad y se conoce a sí mismo. En este proceso de interiorización y autoconocimiento Agustín descubre una triple verdad irrefutable sobre el ser humano, que le sirve para rebatir el escepticismo: 1) Somos, porque es evidente que cometo errores; si no existiera no podría cometerlos. 2) Conocemos, porque, aunque las cosas que conozco fueran falsas, es innegable que las conozco, aunque sea de forma equivocada. Luego, al menos, puedo afirmar que conozco cosas falsas (Sócrates: «Solo sé que no sé nada»). 3) Amamos (amar en el doble sentido de ‘amor’, sentimiento amoroso, y ‘querer’, como acto de la voluntad) , porque puedo equivocarme en lo que amo o quiero, es decir, que lo amado o querido no responda a mis expectativas, pero el hecho de amarlo o quererlo sigue siendo auténtico y verdadero./// Por tanto, para Agustín, al igual que para Sócrates, la verdad se encuentra en el interior del alma y hay que sacarla al exterior. La verdad absoluta, eterna, inmutable (que conduce a Dios) no puede hallarse en los acontecimientos externos que percibimos a nuestro alrededor (esta realidad empírica es cambiante y contingente). Es preciso, por tanto, que la conciencia reflexione sobre sí misma, que se vuelva autoconciencia. Al hacerlo el hombre descubre en su alma verdades que por su condición limitada y contingente no pueden proceder de él. Por tanto, concluye Agustín, estas verdades deben proceder de Dios. La búsqueda de uno mismo conduce a encontrar a Dios, pues el ser humano está hecho a su imagen. Ahora bien, el hallazgo de Dios en la interioridad del alma lleva a Agustín a otro descubrimiento importante para la antropología filosófica. Se trata de la libertad interior, presente en el conflicto interno de la voluntad, por un lado, apegada a lo mundano y, por otro, deseosa de Dios. Este conflicto entre querer y no-querer era desconocido para la filosofía griega. En conclusión, la importancia del planteamiento antropológico de Agustín radica en que no apunta a una idea abstracta o genérica del ser humano, sino al “yo concreto”, a la conciencia de sí mismo, el individuo irrepetible que somos cada uno. 

7.-



Descartes – Mecanismo materialista

De la antropología filosófica de Descartes cabe destacar su concepción del ser humano como fundamentalmente alma, mente, pensamiento. Esto es así porque considera que lo primero de lo que tenemos conciencia clara y segura es de que somos seres o sustancias pensantes. Según él, podemos dudar de los conocimientos relativos a nuestro cuerpo e incluso de la realidad exterior, pero lo que es indudable es que pienso; y aunque el contenido de esos pensamientos sea dudoso, es absolutamente verdadero que estoy pensando. En consecuencia, existo, aunque solo sea como ser pensante: «Pienso, luego existo». Por otro lado, el mecanismo materialista sosténía que el ser humano estaba constituido por una única realidad, el cuerpo. Aceptaba que los animales y el cuerpo humano son máquinas, pero rechazaba la existencia de una sustancia pensante o alma, y mostraba el cuerpo, como única realidad material y sensible. Por tanto, la sustancia alma y la sustancia cuerpo son una misma cosa sin necesidad de distinguir entre ellas ni recurrir a ninguna clase de paralelismo 

8.-


  El ser humano carece de esencia, es decir, no tiene unas carácterísticas o cualidades predeterminadas que digan qué o quién es. Por ello su esencia debe ser construida durante su vida. Es decir, su existencia precede a su esencia. El ser humano es «arrojado al mundo» (Heidegger), a través de su existencia debe hacerse a sí mismo y para ello se ve obligado a elegir constantemente. De ahí la importancia de la libertad. Como dice Sartre, «Estamos condenados a ser libres». Eso significa que el ser humano es un proyecto abierto, que su esencia está por determinar. Desde su nacimiento el hombre es un ser independiente, pero todavía no se ha definido, debe comprenderse, encontrar un sentido y lograr una existencia auténtica, su esencia, y para eso cuenta con su libertad. 

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