Que significa la palabra lámbaro

1. Cambios anatómicos: el bipedismo, la liberación de las manos y el
desarrollo cerebral.
2. Cambios fisiológicos: el cambio en la alimentación y la neotenia o
juvenilización de la especie.

3. Cambios en los rasgos psíquicos: aparición de los caracteres sociales
y del lenguaje.

Bipedismo: Al producirse ese cambio en el clima y en el entorno, el
homínido tenía que conseguir mantenerse y caminar lo más erguido
posible, para explorar y vigilar atentamente todo el entorno.

 Columna vertebral. La columna vertebral bastante rectilínea en
los simios, en el Homo sapiens y en sus ancestros bípedos ha adquirido
curvaturas que permiten soportar mejor el peso de la parte superior del
cuerpo”. Las vértebras humanas son más circulares que las de los simios, esto les
permite soportar mejor el peso vertical.

1.2. La liberación de las manos
Cuando la postura erguida se había consolidado lo suficiente como para que el
hombre pudiese caminar siempre de pie, se produce otro rasgo anatómico de
gran importancia para la evolución del hombre. Es la liberación de las manos:
al no necesitarlas para desplazarse, pudieron adquirir un nuevo uso: la
utilización de útiles y de instrumentos.
Progresivamente, este uso de útiles y la capacidad de manejarlos, produjo lo
que se llama la inervación: las manos conservan cinco dedos largos, pero
evolucionan hacia un desarrollo armónico y hacia la oposición del pulgar, lo
cual permite manejar objetos y romperlos.


1.3. El desarrollo craneal
Además hay que hacer referencia a un cambio de la mayor importancia, en
este camino fascinante desde los homínidos superiores hacia la especie

Humana


Es el aumento de la capacidad craneal. Precisamente a causa del
bipedismo y por el uso cada vez más complejo de las manos y la creación de
técnica, se produjo un desarrollo del sistema nervioso central, que
desembocó en la cefalización y cerebración crecientes. Podríamos decir que en
la relación cabeza-cuerpo, el cambio fue a favor de la cabeza, de tal manera
que el cráneo se fue haciendo más voluminoso y el cerebro crecíó en volumen
y en complejidad neurológica.

Cambios fisiológicos: el cambio en la alimentación y la neotenia o
juvenilización de la especie.
2.1. Cambio en la alimentación: en ese cambio progresivo de hábitat,
donde escasearía la comida y sería difícil cazar, resultó una
revolución de enorme alcance el cambio de los hábitos alimentarios
del hombre. En este proceso fue imprescindible el descubrimiento del
fuego y su aplicación para la preparación de alimentos,Esto, evidentemente, también tuvo consecuencias en la
disminución de la dentadura, dejando así espacio al desarrollo de
la actividad craneal.

Neotenia o juvenilización de la especie: hemos visto más arriba
que los cambios anatómicos influyeron en la gestación  con lo cual era preciso un
cuidado mucho mayor por parte de los progenitores en los primeros
años y esto también tuvo consecuencias sociales.


Cambios en los rasgos psíquicos: aparición de los caracteres sociales
y del lenguaje.
Además del resto de los cambios, no se pueden pasar por alto otra
tercera serie de cuestiones relacionadas con los cambios psíquicos;
como por ejemplo, el hecho de que, al organizarse en campamentos
resguardados o bien vigilados, tenían reposo colectivo durante la noche,
donde cuidaban del fuego y de los útiles, y durante el día se separaban
para cumplir funciones diferenciadas, como atender el fuego, preparar
los alimentos, preparar útiles o salir a cazar. Este tipo de
especialización dio como consecuencia un nivel diferente de desarrollo
psíquico y de distribución del trabajo.

La aparición de caracteres sociales: Al realizar acciones
cooperantes, en las que participaban varios individuos, los
homínidos superiores desarrollaron un modelo de ayuda recíproca
que le hace escapar del esquema en el que se mueve el animal.

La aparición del lenguaje: esta creciente complejidad en el
comportamiento del homínido implicó, apoyado en los cambios
fisiológicos arriba vistos, que fuera desarrollando progresivamente un
conjunto de gritos orientadores de la conducta individual y del grupo.

Es de este modo como surgiría el lenguaje propiamente humano y
esto fue, a su vez, otro elemento revolucionario en su evolución,
pues de este modo podía acumular y comunicar experiencias.


En la actualidad, homínidos es el término por el que se conoce a los
representantes de nuestra familia biológica, es decir, al grupo perteneciente al
orden de los primates que comparte una serie de carácterísticas entre las que
destaca la capacidad para desplazarnos erguidos.

Una de las innovaciones más distintivas del Ardipithecus respecto a los
primates primitivos son unos dientes caninos más pequeños, un esmalte algo
más grueso y una mano más reducida que sus predecesores, aunque todavía
más apta para la vida arbórea que para utilizarla como una pinza. Sin llegar a
ser completamente terrestre, es muy probable que fuera capaz de una forma
primitiva de locomoción bípeda, ya que se ha encontrado una falange de un
dedo del pie compatible con esta hipótesis.

Este grupo de homínidos cuyos restos datan de hace 4 millones de años, los
Australopithecus, se caracterizaron por un pequeño incremento en el tamaño
del cerebro, una dentición con unas muelas más grandes y un esmalte más
grueso que en el resto de especies de la época o de un tiempo anterior.

Las hipótesis clásicas sobre las ventajas del bipedismo son cuatro:
1. Permitir una locomoción más eficiente para viajar largas distancias por el
suelo.
2. Facilitar la liberación de las manos para transportar cosas.
3. Mejorar la regulación de la temperatura corporal al haber menos
superficie del cuerpo expuesta al sol.
4. Incrementar las posibilidades de alimentación al poder recolectar con las
manos.


Su nombre significa “hombre habilidoso” y hace referencia al hallazgo
de instrumentos líticos probablemente confeccionados por éste.

Carácterísticas físicas:
 *Cráneo más redondeado.
 *Molares grandes y con esmalte grueso.
 *Foramen mágnum (hueco occipital) ubicado más hacia el centro.
 *Rostro menos prognato que los australopitecinos.
 *Incisivos más grandes que los australopitecinos.
 *Cara corta.
 *Dedos curvos de pies y manos: lo que indicaba que aún utilizaban los
árboles.
 *La posición bípeda en las hembras provoca una reducción de
la pelvis que tiene como consecuencia un adelanto de los partos (lo cual
implica prematuración del neonato, un mayor tiempo dedicado a la
crianza y así la necesidad de mantener vínculos sociales fuertes que
potencialmente favorecen el desarrollo de una cultura).
 *Mayor capacidad craneal: 650 cm3

Homo ergaster y erectus
Si bien antes estas dos especies eran tenidas por una sola (H. Erectus), ahora
los paleoantropólogos distinguen dos especies. Homo erectus posee
especializaciones que Homo Sapiens no posee.

Era delgado y con extremidades largas. Esto es una adaptación al clima
tropical de la zona. Era bastante alto: al momento de morir medía cerca de 1,60
m., lo que estaba muy por debajo del metro ochenta que hubiera alcanzado si
hubiera completado su desarrollo.  Diferencias (exceptuando el cráneo) de su especie con la nuestra son:


a. Su pecho no era ancho, como el nuestro, sino que se estrechaba
ligeramente hacia los hombros. Esto es aparentemente un resabio evolutivo de
un pasado más arbóreo.

b. Limitado tamaño del cerebro que sabemos, a través de distintos esqueletos
(850 cm3), que era típico de esta especie.
Pero tan importante como los desarrollos técnicos de esta especie, es el hecho
de que son los primeros homínidos en usar el fuego. Homo antecessor era una especie muy parecida a la nuestra, con una estatura
y proporciones corporales similares. No obstante, su volumen corporal era un
poco mayor, con un tronco más ancho, mientras que su capacidad craneal y su
cerebro eran algo menores que los de Homo sapiens. Las teorías más
aceptadas hasta el momento sugieren que El homo antecessor resulta de la
evolución del ergaster en Europa, que a su vez continuará su evolución para
dar lugar al H. Neandertal, por lo que no se le considera un antepasado directo
de nuestra especie. Neandertal  Uno de los primeros grupos de H. Sapiens fue el hombre de Neandertal. Surgíó
hace unos 120.000 y alcanzó su apogeo entre 80.000 y 40.000 años. Colonizo
Asía y Europa se extinguíó hace unos 30 mil años, refugiado en cuevas del sur
de la península Ibérica.
El Homo Neanderthalensis no es un antepasado directo nuestro, sino una rama
paralela en el árbol evolutivo. Una rama que guarda muchos secretos.

Rasgos culturales. Los neandertales tienen una industria lítica muy desarrollada. Además, los
Neandertales son considerados extraordinarios cazadores y deben haber sido
expertos en usar la piel de animales muertos y convertirla en cuero.


El moderno homo sapiens
Los recientes estudios del ADN mitocondrial postulan que los humanos
modernos vivieron en África antes que en otros continentes y que su
antigüedad oscila entre los 150.000 y 200.000 años. Desde África los sapiens
sapiens habrían avanzado hacia el Cercano Oriente (Palestina), donde hay
yacimientos antiguos de alrededor de 100.000 años. Se cree que entraron en
Europa y Australia entre los 40.000 y 50.000 años, y a América, un poco más
tarde. En Europa los restos más antiguos se llaman Hombre de Cromagnon.

El sapiens sapiens es el antepasado más directo de la actual Humanidad.
Posee una desarrollada cultura y una enorme riqueza de creencias, historias y
mitos, que con el correr del tiempo se hizo cada vez más compleja. Tiene una
anatomía igual a la nuestra y una gran capacidad cerebral (1350 cm3). Fue la
especie que invadíó todos los continentes y la que organizó su vida en variadas
estructuras sociales y políticas.
El Homo Sapiens Sapiens desplazó de Asía y Europa a los erectus y
neanderthales.
Sus armas y herramientas eran muy elaboradas y a menudo realizadas en
materiales distintos de piedra, como hueso, marfil y madera. Elaboraban
cuchillos de piedra muy afilados.
Desarrollaron el arte, quizá con fines rituales, con la pintura en cavernas, el
tallado y la escultura.


¿Qué es la Ética?La Ética o Moral es un saber normativo, porque no solo nos informa, sino que
nos da razones para saber por qué es mejor un comportamiento que otro y nos
mueve a comportarnos del modo mejor. La ética tiene una dimensión individual,
pero también colectiva.

¿Cuáles son los grandes problemas de base que intenta solucionar la
Ética?
La ética se desarrolla para llegar al equilibrio entre estas situaciones:
– Mundo sin normas en absoluto/ Mundo en el que todo estuviera sujeto a
normas
– Universalidad de ciertas normas/ respeto a la espontaneidad

¿Qué significa etimológicamente la palabra?
En este caso, no solo contamos con una palabra, sino con dos: ética y moral.

En ello se refleja que nuestra manera de enfocar el comportamiento humano
también es deudora en gran medida de la cultura griega y romana, pues uno de
los términos es griego y el otro, latino.  ‘Ética’ viene del término ‘êthos’, que
significa en griego hábito o carácter.

Esto significa que lo que el hombre hace se interpreta a la luz de lo que se
debe hacer y que en la ética no podemos obviar la referencia al bien.

Por eso podemos decir que la Ética es un saber normativo, pero abierto. Tiene
algo de científico, pero también algo de artístico, pues parte del hecho de que
cada uno de nosotros es el artista de su propia vida.

¿Para qué sirve?
La Ética, como la Metafísica, no es un saber pragmático, pero sí que tiene una
interesante utilidad, que es el ayudarnos a que nos comportemos a la altura  de nuestro ser personal.


¿Dónde se fundamenta la Ética? TEMA 5

Fundamentación religiosa: es una fundamentación que se apoya en la
conciencia de que el ser humano es un ser un tanto especial, sino que sus parámetros de conducta son más complejos y  tienen en cuenta otra dimensión, que es irreductible a la biológica, la  espiritual.

Fundamentación en la naturaleza humana: la segunda manera más extendida de fundamentar la ética ha sido el concepto de naturaleza humana. El problema es que no hay mucho acuerdo respecto a lo que  constituye la naturaleza humana como tal: un teórico político como  Nícolás Maquiavelo nos dirá, por ejemplo, que el ser humano es malo por naturaleza, pues tiende a la avaricia, al poder y al engaño para  conseguir su propio beneficio, mientras que un filósofo como J. J. Rousseau dice diametralmente lo opuesto, el ser humano es bueno por  naturaleza, cuando estaba en estado salvaje solo tomaba de la  naturaleza lo que necesitaba; de manera que son la civilización y el  supuesto progreso los que lo corrompen y le hacen malvado.

Este es el primer gran problema con el que se tropieza la fundamentación de la moral en la naturaleza humana: no se sabe determinar muy claramente qué constituye la naturaleza del hombre. Esta posible fundamentación trae otro tipo de problemas. Por ejemplo,  cuando se ha convenido que la naturaleza humana consiste en la  racionalidad,

Fundamentación en la metafísica de la vida humana: son las propias carácterísticas de la estructura vital las que nos llevan a tener que  estar eligiendo todo el tiempo;El nivel de la teoría  analítica: se descubre por análisis y nos muestra que toda vida es social e histórica,  circunstancial,  vivencial. Esto tiene ya  hondas repercusiones  morales, pues si la  vida es circunstancial,  significa que de entre  los diferentes  elementos, algunos de  ellos son elegidos por
mí y puestos en  “primer plano”, con  vistas al proyecto de  persona que quiero  llegar a ser.  Es decir, que desde  este punto de vista, la  metafísica ya lleva  implícito el hecho de  que todas las  personas somos  morales, porque todas, cada una,  estamos eligiéndonos.


¿Podemos elegirlo todo, antropológicamente hablando? No, podemos elegir  cómo nos instalamos en cada uno de los componentes de la estructura  empírica, pero no elegimos las instalaciones, que son comunes a todos los  hombres, con matices y modulaciones distintas.

Se nos da una estructura de vida humana al comenzar a existir  que no elegimos, pero lo que sí cabe elegir es cómo nos instalamos en  todo ello, pues son justamente esas estructuras las que nos
permiten ejercer la libertad y ser cada uno quien es. Lo que explicaría entonces, en último término, que una conducta sea moral o  inmoral será el mayor o menos ajuste con esta estructura de la vida  humana:

Intelectualismo moral de  Sócrates: es la teoría que  desarrolla el gran filósofo  ateniense, que consiste en apoyarse sobre todo en el  intelecto o razón. Quien actúa bien, es porque sabe  qué es el bien; quien actúa mal, según Sócrates, es  simplemente por una cuestión de no saber, es  decir, de ignorancia. Es,  ciertamente, una gran teoría  ética, que Sócrates desarrolló  frente a la enorme  desorientación que estaban introduciendo en su sociedad  los sofistas, maestros del  saber de la retórica, pero poco dados al razonamiento profundo. Es sobre todo por esto por lo que Sócrates  remarca el protagonismo de  la razón en el hacer ético.

Estocismo, Su fundador fue Zenón de Citio (Chipre, s. IV-III a. C.), El nombre de la escuela viene del hecho de que Zenón expónía sus ideas en un pórtico, que en griego se llama stoa. Tan llamativas fueron sus ideas que siglos después llegaron a formar la filosofía del Imperio Romano.  Cicerón, Séneca, y el célebre emperador Marco Aurelio fueron unos de sus mayores  expositores. La idea es que uno puede vivir mejor, más tranquilo, suponiendo que las cosas se rijan por la  necesidad que suponiendo que todo vaya en función del libre albedrío. En vez de cambiar el mundo, los  estoicos aconsejan cambiarse a sí mismo, específicamente, cambiar los propios deseos.


Hedonismo, de Epicuro.  Viene de la palabra hedoné,  que significa “placer”. Epicuro nacíó en la  Isla de Samos en el Ageo en el año 341 a.C., siete años después de la muerte de  Platón. Estudió las ideas de Demócrito y de Platón y tras  unos intentos de formar  escuelas, llegó a Atenas en  306 a. C. Y poco tiempo  después formó una comunidad filosófica que se llamaba el Jardín. Siguiendo  a Demócrito, dice que lo único que realmente existe  son átomos volando en un  inmenso espacio vacío y que todo lo que percibimos,  amamos, y tememos en esta  vida no son más que combinaciones perecederas de los mismos. Concedía que los dioses existen pero que  no tienen el más remoto  interés en nosotros, entonces no hace falta hacerles sacrificios ni temerlos. Lo único que tiene sentido en este escenario es buscar placer y no temer la muerte. Su teoría ética consiste en que busca los placeres espirituales, que no hagan al hombre esclavo, como los placeres sensibles y son duraderos.

El eudemonismo de Aristóteles: En Aristóteles (s. IV a. C.) encontramos una fuerte conexión entre ética y política. Tanto es así, que nuestro autor defiende que sólo es posible realizarse en la vida cuando vivimos en un estado que nos ofrezca las condiciones necesarias para que esto ocurra. Pero, ¿en qué consiste la felicidad? Aristóteles defiende una ética teleológica, es decir, cada elemento de la naturaleza está destinado a alcanzar el fin para el que está diseñado. En el caso de los seres humanos, el rasgo  que nos distingue del resto de los componentes de la naturaleza es nuestra capacidad racional, esto es lo que nos hace únicos, diferentes. El camino hacia la felicidad pasa por tener mínimamente cubiertas nuestras necesidades básicas (alimentación, vivienda, salud…). ¿Cómo alcanzamos la felicidad? Según Aristóteles, con la  práctica de la virtud, que puede ser dianoética o de la razón o virtud ética o práctica.

En el caso de las prácticas, Aristóteles desarrolla la teoría del término medio: la virtud es siempre un equilibrio entre dos extremos que son igualmente malos, como la valentía lo es entre la cobardía y la temeridad o la generosidad, entre la tacañería y la prodigalidad.

La ética formal de Immanuel Kant: Kant, alemán (s. XVIII- XIX) desarrolla una ética que sobre todo se fija en la forma, en el “esquema” de la acción moral. Le parece que las éticas materiales, las que nos dicen el contenido de lo que tenemos que hacer, son muy limitadas e imperfectas. Por eso formulará su  “imperativo categórico” (que se opone a “imperativo hipotético”) y que se formula del siguiente modo: “Actúa de tal modo que tu modo particular de conducta pueda ser elevado a  conducta universal”.

El utilitarismo: a las corrientes filosóficas que identifican el bien con lo útil, ya sea para el individuo, ya para la sociedad. Lo útil es, así, considerado como criterio moral y como fundamento del bien y de la felicidad. En la antigüedad, se atribuye a Protágoras de Abdera el haber identificado  el bien y lo útil. En la época  moderna, el utilitarismo fue defendido, entre otros, por  Jeremy Bentham y John Stuart Mill, para quienes la utilidad es aquello que produce ventajas, placer o felicidad para la mayoría, minimizando el daño, el dolor, el sufrimiento… El utilitarismo exige un «cálculo racional» adecuado (en la medida en que se persigue un bienestar duradero) para determinar cuáles son las medidas que conducen a dicha estabilidad, y evitar la persecución de fines inestables y efímeros.
– El emotivismo moral, desarrollado por David Hume, escocés (S. XVIII), la teoría ética que afirma que el fundamento de la experiencia moral lo encontramos en los sentimientos que las personas despiertan sobre nosotros, y no en la razón. El  emotivismo se opone al intelectualismo moral. Personas. El sentimiento moral básico se denomina “humanidad”, que es un sentimiento positivo por la felicidad del género humano.
Las principales virtudes son, más allá de la frugalidad, el vigor mental, la laboriosidad, el discernimiento, la perseverancia y un largo etc., entre otras, la prudencia, la integridad, la habilidad en el trato con el prójimo y un espíritu jovial.


La ética como la autenticidad del hombre consigo mismo o el arte de la elegancia de la conducta.

Es la ética desarrollada por el filósofo español José Ortega
y Gasset (s. XIX-XX): es una ética que brota de su
metafísica de la razón vital. La estructura de la vida
humana conlleva que somos seres inacabados, que
estamos entre la realidad y la irrealidad, por eso
podemos decir que el hombre es un “centauro
ontológico”: tenemos la mitad de nuestro ser en lo
que ya somos, pero la otra en lo que deseamos ser, en
aquello que nos ilusiona y hacia lo que nos
proyectamos. Como el yo es un pro-yecto (literalmente,
estar lanzado hacia adelante), todo el tiempo
estamos obligados a tener que estar decidiendo
quiénes queremos ser en el instante siguiente. No es
que una persona decida ser moral o no, es que la propia
estructura de la vida humana conlleva que todo el tiempo
tenemos que estar decidiendo, queramos o no:
somos “forzosamente libres”. Ortega además, nos
habla de cómo el hombre puede ser más auténtico o
menos auténtico, dependiendo de si vive desde
su fondo insobornable o no. Somos morales cuando
elegimos las palabras con las que hablamos o escribimos,
cuando decidimos tratar al otro con desprecio o aprecio,
cuando elegimos una profesión desde la
autenticidad o desde el pragmatismo… Por eso
Ortega también llama a la ética “el arte de la elegancia
de la conducta”. Elegancia tiene la misma raíz que
elegir. Ser elegante significa que nos hacemos artistas de
las elecciones. En Ortega también se plantea que,
como el yo siempre está decidiendo con vistas a su  circunstancia, la elección
puede que se plantee no entre lo bueno y lo malo, sino
entre lo bueno y lo mejor.

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