Que conocimiento se busca a través de la duda metódica

Moral Provisional


Al realizar su análisis de los fundamentos del pensamiento, el pensador racionalista, Descartes se vio conducido a poner en duda todo lo que formaba parte de su conocimiento para poder dejar de lado todos sus prejuicios. Sin embargo, para poder guiarse provisionalmente a través de la vida de una manera ética, puso en práctica un modo de moral a la que él denomina moral provisional.
La moral provisional de Descartes pone en juego una serie de máximas que se ven orientadas a guiar la conducta de las personas en relación a lo establecido socialmente de manera moderada. La conducta moderada no es una novedad del filósofo francés sino que al contrario, el justo medio es un carácter que toman los antiguos filósofos griegos de manera tradicional para su ética. Sin embargo, Descartes no toma esta posición por ser la moderación un bien en sí mismo, sino que tomando esta postura como provisional mientras pone en duda todo conocimiento existente le es mucho más sencillo mantenerse lejos del error. Si su posición se mantiene en el medio es porque al terminar su fundamentación filosófica espera encontrar un camino ético correcto. La posición moderada, que se encuentra en el medio, siempre se aleja menos de las dos posiciones más radicales, situadas en los dos extremos, y al pretender llegar a una ética positivamente eficaz y verdadera, Descartes prefiere mantenerse en el medio para no herrar demasiado si descubre que la conducta correcta se sitúa en un extremo que podría no haber sido el elegido en un principio.Las máximas que establece la moral provisional de Descartes postulan que:

1) Es conveniente obedecer las leyes y costumbres y hábitos del país donde se vive, así como también conservar la tradición religiosa y tener en cuenta los caminos más moderados en todos los sentidos de la conducta.

2) Se debe ser firme y tener decisión en los actos y seguir también firmemente las opiniones más dudosas como si fuesen verdaderas.

3) Es preferible cambiar siempre nuestros propios deseos antes que el orden del mundo ya que nada está en nuestra mano tanto como nuestros pensamientos.

Para concluir Descartes plantea que es de suma importancia cultivar las cualidades de la razón así como aprender conociendo nuevas costumbres y pluralidad de opiniones e intentar llegar a un conocimiento verdadero y cierto a partir de la aplicación de su método.


El método cartesiano: ideal matemático de certeza, duda metódica


Su pensamiento es claramente un Racionalismo y eso significa que el principio fundamental del que parte es dar total preponderancia a la razón frente a los sentidos. Descartes se fija en las matemáticas porque según él, es la única ciencia que da con una verdad indudable, con una certeza absoluta. El punto de partida ha de ser una verdad evidente y cierta. Para encontrar la verdad, las matemáticas utilizan la deducción a partir de una verdad evidente, y propone utilizar la deducción también en la filosofía, para encontrar otras verdades dependientes de la primera. Para ello deberá alcanzar esa primera verdad de la cual deducir el resto. La deducción consiste en partir de una idea simple, que sea clara y distinta, y de ahí obtener otras ideas más complejas que se desprendan de aquellas. Por lo que el primer problema de Descartes será intentar buscar esa idea simple y evidente, a partir de la cual poder deducir otras.Para resolver éste problema, Descartes comienza a dudar de todo, toma una postura aparentemente escéptica para alcanzar la primera idea simple y evidente. Descartes duda de los sentidos, duda de todo, duda hasta de la vida misma y crea la hipótesis del sueño, por la que dice que la vida podría ser toda ella un sueño, ya que los sueños son tan reales cuando estás soñando. Entonces Descartes nos presenta esa primera verdad evidente, el cógito. Si dudo pienso; dudar -pensar es la misma cosa; aunque se quiera seguir dudando, no es posible dudar de la propia existencia, la existencia del ser «que duda». 
Descartes ha conocido la primera evidencia, la existencia del ser que piensa y que duda, pero si esa fuera la única verdad posible se caería en el solipsismo. Utilizando su método y deduciendo otras ideas se da cuenta de que hay en la mente más ideas. Estas ideas que busca son ideas verdaderas, por eso empieza con ideas simples que tengan claridad y distinción, y a partir de estas, sacar las mas complejas mediante la razón y la inteligencia para que las ideas sigan siendo verdaderas.
Ideas adventicias: son las ideas que provienen de los sentidos y como los sentidos me engañan y se equivocan, estas ideas no serán nunca fiables y no puedo conocerlas mediante mi conciencia.
Ideas facticias: estas ideas proceden de la imaginación, por tanto, estas ideas serán derivadas de las adventicias, porque los elementos de la imaginación los construyo con elementos adventicios, por tanto, no podré conocerlas mediante mi conciencia y tampoco serán fiables.
Ideas innatas: son ideas que están en la conciencia sin que ésta sea su causa. Son ideas que están en mi mente pero que no pueden proceder de mí, dado que me exceden, y así, hay que concluir que proceden de otro ser externo y proporcionado a ellas, es decir, Dios.
Según Descartes las matemáticas alcanzan siempre la certeza siempre que no haya errores en las operaciones. Por eso el método cartesiano sigue dos pasos fundamentales: el primero de análisis-intuición y el segundo de síntesis-deducción. Descartes crea los cuatro pasos del método que se exponen a continuación:
1º: partir de la evidencia, que curiosamente se alcanza a través de la duda metódica. Dudando de «todo», llegaré a una gran certeza resistente a toda duda. Y será, por tanto «evidente». No se trata de una duda escéptica sino metódica, es decir, una duda provisional y pasajera que me hará concluir con la gran certeza que se necesita para construir todo el sistema de las ciencias y la filosofía.
2º: descomponer cada problema en sus partes más simples.
3º: proceder desde lo mas simple, hasta lo mas compuesto.
4º:hacer un repaso para asegurarse del procedimiento correcto.


El criterio de verdad para Descartes es la claridad y la distinción. Claridad y distinción que una mente atenta ha de obtener mediante la intuición; una intuición intelectual que significa una relación inmediata sujeto – objeto a través de la inteligencia. No es una claridad y distinción a los sentidos porque entonces estaríamos ante un Empirismo completamente alejado del pensamiento racionalista cartesiano. Claro y distinto es sobre todo el «cogito». El resto habrá que deducirlo de allí y será menos cierto en la medida que se aleje de la primera verdad evidente. Y así, las pruebas sobre la existencia de Dios que intentará mostrar para continuar su filosofía e intentar restablecer el mundo «perdido» por el rechazo del conocimiento de los sentidos, serán mucho menos claras, aunque necesarias.

Duda metódica


El objetivo de Descartes es encontrar verdades absolutamente ciertas sobre las cuales no sea posible dudar en absoluto, se trata de encontrar verdades evidentes que permitan fundamentar el edificio del conocimiento verdadero con absoluta garantía.
Empieza por la duda metódica. Se trata de exigir un punto de partida absolutamente verdadero, lo que obliga a un largo proceso de crítica y eliminación de todos los conocimientos, ideas, creencias… Que hasta el momento han sido considerados como verdaderos, pero que sin embargo, no poseen una certeza absoluta.
El primer paso, por tanto, debe ser dudar de todo lo que creemos y rechazar inicialmente todo aquello de lo que sea posible dudar. Este primer paso se denomina duda metódica porque es resultado de la aplicación des primer precepto del método: no admitir jamás ninguna cosa como verdadera en tanto no la conociese con evidencia.
Esta duda no debe ser considerada como real, sino como un instrumento metódico para alcanzar su objetivo: la intuición de una idea clara y distinta, evidente por tanto, sobre la que no exista ninguna posibilidad de duda. Encontrar, en suma, una verdad que pueda ser el punto de partida del edificio del conocimiento.
Tres serán los motivos de duda:

– duda sobre la fiabilidad de los sentidos

Existe un gra número de ilusiones y alteraciones perceptivas. Por tanto los sentidos nos proporcionan conocimiento probable, y lo probable es dudoso, debido a esto Descartes no se fía de ellos

-dificultad de distinguir la vigilia del sueño:

tengo sueños tan reales que parecen verdaderos, ¿como se que ahora no estoy soñando?. Alguna vez ha sido engañado por el sueño por tanto tampoco se fía de este

-hipótesis del genio maligno:

motivo de duda radical y extremo. Se trata de la existencia de un genio maligno engañador que afecta a las verdades matemáticas

Esta duda es provisional, es un camino para obtener la verdad absoluta y no una vía hacia el escepticismo.

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