Nihilismo y voluntad de poder la muerte de Dios

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Definición de marxismo


 Se define como una corriente filosófica general que intenta interpretar la realidad tomando como base las posiciones filosóficas materialistas y usando como herramientas los conceptos procedentes de la economía, las matemáticas, la sociología, la antropología social e incluso la psicología. El marxismo es inauguración por dos autores simultáneamente Karl Marx y Friedich Engels. Se trata de una filosofía decimonónica que  en muchos aspectos hoy está desfasada sin embargo sigue siendo posible extraer de ellas conceptos que son útiles en nuestro tiempo. El marxismo después de Marx se ramificó en múltiples posiciones en muchas ocasiones se ha presentado como una ciencia empírica cuyo objetivo es la liberación del ser humano y ha recibido amplias críticas de autores como Karl R.  Popper que lo consideraba una pseudociencia.

Idealismo Hegeliano:


Sistema filosófico elaborado por Hegel. La filosofía hegeliana se considera un desarrollo del Romanticismo alemán y de autores como Goethe, Schelling, Hölderlin, Schiller, Hegel(jóven), Navalis. El lema que seguían decía “STÜRM UND DRANG”(“trueno y empuje”). La obra de Hegel es sistemática, larga y compleja. Destacando la “Fenomenología del Espíritu” que describe de forma detallada el itinerario que sigue la conciencia en su conocimiento de la realidad.

El concepto más importante de la filosofía de Hegel que incluye en el Marxismo es la idea de dialéctica:

En la historia de la filosofía la dialéctica es aportación de Heráclito de Éfeso que consideraba la naturaleza sometida a un estado de tensión de contrarios.

Siglos más tarde Platón menciona un “método dialéctico” en el que para llegar a una conclusión dos posturas contrarias exigen ser superadas por una tercera.

Hegel, en el Idealismo de la realidad, ya sea mental, racional, material e histórica se despliega según un esquemas dialéctico que sigue tres pasos:

Afirmación o Tesis: algo que se afirma así mismo como concreto (en historia por ejemplo el Egipto de los Faraones).


Negación o antítesis: afirmación de la negación de la afirmación (por ejemplo la Roma Imperial).

Superación o síntesis: afirmación de elementos propios de la negación en relación con la primera afirmación (por ejemplo la Edad Media)

Alineación:


Es un proceso que suele darse cuando analice una transformación. En la realidad material el hombre transforma la naturaleza mediante la acción del trabajo y produce objetos. Un primer tipo de Alineación lo constituye la objetivación de un producto. El producto no pertenece al trabajador y por lo tanto es cosificado tanto por el trabajador como del dueño por los medios de producción.Un segundo nivel de alineación se realiza en el trabajador que es considerado por el dueño de los medios de comunicación como una pieza más o una herramienta más, pensando que le pertenece. Así el trabajador ve reducido el ámbito de sus derechos y malvende su única propiedad real, su fuerza de trabajo. El trabajo se convierte en una actividad alienada y alienante y la obligación del marxismo es denunciar la alineación y liberar a los trabajadores de la explotación. Alineación es sinónimo de cosificación y reificación. La alineación se extiende a matices ideológicas y se habla de una alineación ideológica: en esta el trabajador cree que es legitima la explotación que revive del capitalista y cree que el capitalista posee legítimamente los medios de producción y se sostiene sobre una legalidad que le permite continuar con sus dinámicas materiales. La ideología es una forma “invertida” (falsa) de ver el mundo que satisface los intereses de los explotadores. Es una falsa consciencia, una representación inadecuada  de la realidad que los explotados consideran natural, justificable e inevitable para sus condiciones de vida “siempre ha habido ricos”, es una expresión que manifiesta la aceptación de una ideología dominante por parte de los nominados. La ideología es la culminación de la alineación.

Trabajo:


Según el marxismo la esencia del ser humano es el trabajo que realiza que se muestra como la capacidad material que tiene el sujeto de transformar la naturaleza o materias primas en un producto a través del uso de los medios de producción (herramienta, fabricas, etc.) y las relación de producción establecidas entre el trabajador y el dueño


de los medios de producción.El trabajo se mide según criterios de energía y producción y viene motorizado por la única propiedad real del trabajador. Su fuerza de trabajo que también se mide en energía. El trabajo se convierte en una actividad alienada y alienante dentro un sistema económico capitalista cuyo único objetivo es el beneficio y la obtención de plusvalía.

Medios de producción y materias primas:


Dentro de la economía capitalista las materias primas se definen como los elementos de la naturaleza materiales sin transformar que participan en el proceso de producción: combustible, madera, hierro, agua, etc. … los medios de producción son aquellos elementos fruto del desarrollo técnico y tecnológico que sirven para la transformación de la materia prima en productos: fabricas, herramientas y “operarios”.

Periodos y obras de Nietzsche

Nietzsche tiene tres periodos con sus correspondientes obras que son:

Este primer periodo abarcara hasta 1883 y se caracteriza por una labor critica de la cultura muy influida por Schopenhauer y por Warner. La obra más representativa de este periodo es “El Nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música”.
En esta obra examina Nietzsche no solo el origen de la tragedia, sino los aspectos generales que han dado lugar al nacimiento de la cultura occidental, que analiza a partir de dos categorías estéticas: lo apolíneo y lo dionisíaco. Las obras de Nietzsche más carácterísticas de este periodo son: “Humano, demasiado humano(1878)” en que comienza a aparecer los temas que desarrollara posteriormente “Aurora(1881)” y “La gaya ciencia(1882)”.


el segundo periodo está marcado por la aparición de “Así hablo Zaratrusta” en la que emprende la crítica de la metafísica, la moral y la cultura de Occidente y formula sus grandes tesis: el Nihilismo, la transmutación de los valores, la doctrina de la voluntad de poder, del eterno retorno y la del superhombre.

El tercer periodo de la filosofía de Nietzsche es el que se corresponde a la etapa posterior al Zaratrusta, en el que se prosigue con las mismas líneas, 


pero con un carácter más amargo, más centrado en la crítica de la moral y la necesidad de la transvaloración de todos los valores. Las obras representativas de este periodo son; “Más allá de bien y del mal” “La genealogía de la moral” y  “El crepúsculo de los ídolos”.


Diferencia entre lo Dionisíaco y lo Apolíneo

Lo apolíneo(que toma como modelo el Dios Apolo) representaría el ideal de la belleza y de las formas acabadas; lo dionisíaco (que toma como modelo el Dios Dionisio) representaría la desmesura, el arte inacabado que se expresa fundamentalmente en la música. Pero más allá de esta primera oposición, se revelan otros caracteres de lo apolíneo y lo dionisíaco. Lo apolíneo, además de la medida y el orden, representa también el principio de individuación que tiende a limitar al individuo encerrándolo en sí mismo. Lo dionisíaco representa la superación de estos propios límites para pasar a la fusión de la naturaleza y Dionisio es la encarnación de los procesos siempre renovadores, es el Dios de la desmesura: la medida y la desmesura son la esencia no solo del arte griego, sino de todo verdadero arte. En la pugna entreambos, los dos salen victoriosos y su expresión más acabada es la tragedia griega de Esquilo. El mito trágico simboliza la sabiduría dionisíaca expresada con los medios apolíneos.

La muerte de Dios

Esta frase aunque fuera utilizada por primera vez por Hegel, la populariza Nietzsche como metáfora de la decadencia total de los valores morales de Occidente y con la que da a entender que la fe en el Dios cristiano carece ya de todo crédito y que la metafísica viciada desde el comienzo por su orientación platónica, ha llegado a su fin.

La frase Dios ha muerto, representa para Nietzsche la negación de todos los trasmundos inventados por la religión, gran mentira que convierte la vida en una mera sombra. La idea de Dios, entendida como el fundamento del mundo verdadero, es la gran enemiga. El espíritu libre es aquel que es capaz de asumir que se debe acabar con el mundo verdadero y con la metafísica y aceptar que nada debe ponerse en su lugar. Para Nietzsche de nada serviría sustituir la idea de Dios por las de humanidad (Comte), ciencia, racionalidad (ilustrados), técnica y otros sustitutos.

Con la muerte de Dios, con el agotamiento del sentido de todo lo que se relaciona con el mundo de las ideas, empieza la hora del Nihilismo, esto es, la hora de la subversión de los valores hecha posible por la voluntad de poder.


El Nihilismo y la voluntad del hombre

Nietzsche no es el generador del Nihilismo; se lo encuentra ya instalado en la cultura europea, y él se limita a elaborar un diagnóstico. Pero no significa que este al lado de la enfermedad. Se intenta precipitar el proceso de degradación es porque para sanar es necesario acelerar el proceso de infección. Frente al Nihilismo pasivo quiere reaccionar con un Nihilismo activo.
Nihilismo activo porque, en su propuesta, los viejos valores no se hunden por si mismos sino que son hundidos antes directamente por la voluntad de poder,  que dice no a esos valores. Una vez hundidos, la voluntad de poder ha de crear nuevos valores, aunque sean personales e intransferibles de cada propio creador.

Destruir los viejos valores pasa por matar a Dios. Como antes apuntábamos, Dios aquí no es solo el ente metafísico, creado por los hombres para vencer el miedo ante lo experimentado; es también la Verdad, la Razón, el Conocimiento, la Moral Cristiana y el Deber. La muerte de Dios es la muerte de una cultura.

Una vez hemos matado a Dios, es el momento de la nueva valoración sobre la vida, la esperanza, la gran aurora. Ahora ya podemos convertirnos nosotros mismos en dioses y construir mundos a nuestra imagen y semejanza. Esta creación no estará hecha por la reflexión de la razón (puesto que entonces resucitaríamos los viejos valores que hemos dejado atrás) sino por el instinto que Nietzsche llama voluntad de poder. Voluntad de poder es en gran medida, voluntad creadora de valores, voluntad de ser mas, de superarse,  de demostrar una fuerza siempre creciente.

Hay, pues en Nietzsche un camino de liberación, un camino para que el ser humano pueda orientarse en un mundo distinto al que ha habitado hasta ahora. Se trata, por supuesto de una liberación individual, nada que ver con un cambio social. La liberación consiste  en la recuperación del sentimiento de potencia. Liberarse de la mala conciencia y de la culpa y conseguir, así, gozar de nuevo de nuestra voluntad creadora de valores. La liberación es propuesta como una opción, como una decisión que ha de tomar cada cual según sus fuerzas, en ningún caso aparece como un modelo de verdad a imitar por todos los hombres, al estilo de la salida de la caverna platónica. El mundo no es caverna, sino teatro donde cada cual representa el papel que puede y el liberado representa, en cambio, el papel que quiere. Este creador de valores será el superhombre.


El superhombre

Superhombre no es ningún concepto biológico, no se refiere a ninguna clase de hombre de una raza superior o más evolucionada, sino que se trata más bien de un concepto ético. El superhombre es el creador de valores que superara el Nihilismo pasivo. Es aquí llamado a superar al hombre moderno, ya que encarna nuevos valores distintos a los de la tradición humanista cristiana de Occidente. El superhombre es capaz de romper con la petrificación de los conceptos y sabe convivir con el caos y la diversidad. Es el que engendra sentidos y transvalora sin quedarse sin valores. No es un narciso enamorado solo de sí mismo; tampoco es un revolucionario que dote de sentido ejemplar a la historia: es el ser humano que se libera y crea su propia valoración del mundo dentro de un entramado de micro poderes. Es su propio Dios en tanto crea con total libertad sin ninguna imposición de tipo metafísico.

Para explicar el transito del hombre al superhombre, Nietzsche recurre a la metáfora de la triple metamorfosis: el camello, que toma sobre si la pesada carga de la moral invertida, se convierte en león, que critica la moral del deber ser, para transformarse a su vez en un niño, creador espontaneo de su propio juego. Los nuevos valores no son conmensurables con los establecidos ni con ningún criterio externo a ellos mismos, pues ellos son precisamente la nueva norma.

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