La coherencia entre los principios del conocimiento, los instrumentos del conocimiento y el resultado de conocimiento del proceso de conocimiento

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3.- Justifique las ideas del texto en relación con la filosofía del autor.
El tema del texto propuesto es la teoría del conocimiento, pero la obra en la que se inserta, la República, trata sobre la Justicia. El
sentido de la filosofía platónica (Carta VII) es conseguir un estado justo. Sobre este tema escribirá la República, el Político y las Leyes.
A tal fin, Platón construye su Estado ideal teniendo como referencia su teoría del alma.
Quizá siguiendo a Órficos y Pitagóricos,
considera que el hombre es cuerpo y alma.
El Cuerpo es material y corruptible; le es propio el conocimiento de los sentidos (doxa), aparente y confuso; un obstáculo para
alcanzar la Verdad, las Ideas, la Nóesis.
El Alma es inmaterial e incorruptible, perteneciente al mundo eterno de las Ideas, principio de movimiento del cuerpo; distingue en el
Alma tres partes o funciones: Irascible (facultad de la voluntad y las pasiones fuertes, la ira…); Concupiscible (facultad por la que deseamos los
placeres); Racional o Nous (eterna por su afinidad esencial a las Ideas). Platón parece aceptar la Reencarnación y una vida más allá de la muerte,
en la que se premiaría o castigaría al Alma en función de un criterio moral.
En la Grecia antigua, el hombre sólo se realiza dentro del marco de una comunidad política: la Polis, o ciudad-estado, es el marco de
referencia que da sentido a la vida del hombre. Como ya hemos señalado, dadas las circunstancias sociopolíticas que vive Platón, el problema
político fundamental para él es la corrupción y falta de Justicia en el Estado: cómo conseguir un Estado justo. Las soluciones que propondrá
serán: que los gobernantes se formen en la Filosofía y la usen como fundamento de sus decisiones; que los Filósofos gobiernen (República); o
bien, si no es posible lograr que gobierne un hombre justo, que el Estado se rija por un cuerpo de Leyes justas (Político y Leyes). 


Concretamente,
en la República, la educación y la eugenesia serán los medios que permitirán construir un Estado justo. Una Justicia, definida por Platón así:
Justicia es que cada parte dentro del todo cumpla con su función y respete la medida que le corresponde. Esta definición de Justicia es aplicable
también al Alma, puesto que es la Razón la parte que, al dominar y fijar la medida del resto de partes del alma, ordena cada aspecto dentro del
todo para que cumpla con su función.
En este sentido, teniendo el alma una estructura trifuncional jerárquica, en la que la parte racional domina a las demás, así también, el
Estado estará compuesto por tres clases sociales ordenadas jerárquicamente, donde la clase de los gobernantes-filósofos deberá dominar a todas
las demás para asegurar que la Justicia impere, dado que son los únicos que conocen las Ideas de Justicia, Verdad y Bien, necesarias para
gobernar de forma óptima.
Concretamente, las clases sociales y su función social son las siguientes:
1.- Gobernantes filósofos: en ellos prevalece la Razón y su virtud esencial es la Prudencia (Phronesis). Su función es conocer (las Ideas) y
gobernar (en función de su conocimiento de las Ideas).
2.- Guardianes: en ellos prevalece el alma Irascible, su virtud esencial es el Valor (Andreia). Su función es defender al Estado y hacer la guerra.
3.- Productores: en ellos prevalece el alma Concupiscible, su virtud esencial es la Moderación (Sophrosyne). Su función es producir los bienes
necesarios y el comercio.
Como ya hemos dicho, es a través de la Eugenesia y la Educación como pretende Platón conservar y mejorar la salud de la población
ciudadana. La Eugenesia (infanticidio controlado de los niños que nazcan débiles o enfermos, y selección de parejas reproductivas) tiene por
misión mejorar fisiológicamente la población. 


La Educación tiene como objetivo desarrollar culturalmente las habilidades naturales de los
individuos, es decir, el tipo de alma que prevalece en cada uno; las matemáticas, la música y la gimnástica tendrán un papel fundamental en el
proceso educativo, el cual iría situando a cada ciudadano en la clase social que le corresponde. La educación deberá ser común a niños y niñas,
sin distinción de la clase social de procedencia.
Platón solo le otorgará el derecho a la propiedad privada y a la familia a la clase de los productores y comerciantes; las clases de los
guerreros y los gobernantes deberán vivir en régimen de comunidad, sin propiedad privada y sin familia, para no generar apegos materiales que
les impidan una dedicación absoluta a su fin social, y para que no utilicen su poder en beneficio propio.
Consciente de que en un mundo material nada permanece, planteará nuestro autor una sucesión ‘circular’ de formas de Gobierno,
donde la decadencia humana va conduciendo al Estado de lo mejor a lo menos bueno y de nuevo al principio:
1.- Aristocracia:
gobierno de los mejores, regido por la Sabiduría.
2.- Timocracia (thymos): gobierno de los guerreros, regido por la ambición de honores y las pasiones fuertes. Surge de la degeneración del
sistema de gobierno anterior.
3.- Oligarquía: gobierno de los ricos y poderosos, regido por la sed de riqueza, implica una desigualdad creciente.
4.- Democracia: gobierno del pueblo, regido por la libertad. Cuando la libertad degenera en libertinaje, surgen tensiones que forzarán la aparición
de ‘salvadores’ del Estado.

5.- Tiranía: gobierno del Tirano, impulsado por el propio pueblo, que reduce a todos a la misma condición de esclavos. Los excesos de la tiranía
obligarán finalmente a los mejores a tomar el poder, restaurándose una Aristocracia del conocimiento.
El optimismo de la República se tornará escepticismo en el Político y, finalmente, en sombrío pesimismo en las Leyes.

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