II.- Teorías de la Escuela de Fráncfort
La teoría crítica de la Escuela de Fráncfort
Los miembros de la Escuela critican el positivismo porque convierte al ser humano en un objeto de estudio y de manipulación y mantienen que el hombre no puede ser tratado como una mera cosa, como un objeto.
En primer lugar, la teoría tradicional se presenta como ‘contemplativa’ de la realidad, en el sentido de que sólo intenta conocer cómo son las cosas tal como son, sin pretender modificarlas o cambiarlas. En segundo lugar, la teoría tradicional se presenta como ‘desinteresada’ porque supone que el conocimiento humano no está guiado por intereses que influyen en lo que se pretende conocer. Y en tercer lugar, piensa que es posible un ‘conocimiento objetivo’ de los hechos, alejado de cualquier tipo de los hechos y fenómenos que pretende conocer.
La teoría crítica–
Que proponen los frankfurtianos- se puede caracterizar por tres conceptos: negatividad, interdisciplinariedad y praxis.
1º.- Negatividad
La Escuela de Fráncfort insiste en la necesidad de analizar las sociedades humanas y buscar los aspectos negativos que hay en ellas resaltando lo negativo. Insistir en la necesidad de que hay que hacer todo lo posible por eliminadas. Una consecuencia de esta negatividad es el rechazo de cualquier intento por construir «utopías. En vez de pensar cómo debería ser la sociedad futura ideal, se trataría de pensar en «distopías», es decir, imaginarnos sistemas sociales y políticos en los que no nos gustaría vivir con el objetivo de evitar llegar a ellos.
2º.- Interdisciplinariedad
La sociedad es una totalidad que sólo puede conocerse recurriendo a los conocimientos que aportan las distintas ciencias. Solo adoptando un enfoque interdisciplinar, la teoría puede convertirse en «crítica» y descubrir los aspectos ideológicos existentes en la sociedad.
3º.- Praxis
Mediante la praxis liberar al hombre de una realidad socio-histórica que contiene una gran cantidad de elementos irracionales.
La crítica de la Escuela de Fráncfort al marxismo, la Ilustración, los totalitarismos y el neocapitalismo
Frente a ese marxismo cerrado, se buscaba un marxismo abierto y sin dogmatismos, con nuevos planteamientos para construir un socialismo que evitara las degradaciones totalitarias. Se abandonaron varios principios de las teorías de Marx:
A) Crítica al marxismo
1. El potencial revolucionario de la clase obrera. En la actualidad, los trabajadores han mejorado sus condiciones laborales y de algún modo han sido “seducidos por el canto de sirenas del capitalismo”.
Horkheimer considera la revolución como una forma de violencia y de terrorismo nada deseable.
2. La Escuela de Fráncfort también desconfía ya en la lucha de clases como motor de la historia
3. Los frankfurtianos tampoco creen que la infraestructura económica sea el elemento principal o único para poder comprender los problemas de la sociedad actual.
B) Crítica a la Ilustración
Los francfurtianos van a remontarse al mismo siglo XVIII con el fin de descubrir qué ha ocurrido desde entonces hasta nuestros días.
En nombre de la razón objetiva, los filósofos ilustrados lucharon contra la intolerancia, la superstición y la opresión que pretendían ejercer los “tutores” sobre los “menores de edad”. Aquella “razón objetiva” de la que hablaban los ilustrados y en la que habían puesto sus esperanzas, haya terminado convirtiéndose en lo que Horkheimer llama “razón instrumental”, un tipo de racionalidad que se limita a buscar los medios más eficientes para alcanzar un fin preestablecido que no ha sido analizado ni valorado éticamente. La razón humana ha quedado atrofiada y reducida a “razón instrumental”.
C) Crítica a los totalitarismos y al neocapitalismo
El Instituto de Investigación Social ha reflexionado sobre las formas en las que el poder somete y controla a los individuos, anulando su capacidad crítica y su capacidad para disentir. Fue típico de los regímenes totalitarios de Alemania (nazismo), Italia (con el fascismo) y la antigua Unión Soviética. Estos regímenes se caracterizaban por crear grupos de presión social que impulsaran entre la población un modo de pensar uniforme y favorable al poder establecido.
El sistema neocapitalista según los frankfurtianos controla todos los aspectos de la vida del individuo; el uso de la propaganda para fomentar la ideología “oficial” del régimen político dominante, etc.), llevó a la Escuela de Frankfurt a considerar que la esperanza ilustrada de que la razón humana liberara a la humanidad de toda forma de opresión ha quedado anulada por el predominio de un tipo de racionalidad que los miembros de la Escuela califican de instrumental: la razón humana, en la sociedad neocapitalista, no se detiene a pensar si los fines que se propone conseguir son aceptables desde un punto de vista ético ni se cuestiona si los medios para conseguir esos fines son moralmente correctos.
En definitiva, parece que el neocapitalismo, aunque aparentemente defienda la libertad individual, en realidad presiona de tal forma a las personas que éstas terminan sometidas a los dictados de las modas imperantes y del pensamiento único dominante. El neocapitalismo acaba produciendo un efecto muy similar al de los sistemas totalitarios. Horkheimer considera que la tendencia de las sociedades futuras, si no se remedia, acabarán siendo administradas totalitariamente anulando la singularidad del individuo y convirtiéndolo en un objeto de estudio a fin de controlarlo y manejarlo de una manera mucho más sutil que en otras épocas.