Lineas principales del pensamiento de platon

2.1.-Sócrates

Hijo de escultor y comadrona, era un hombre libre de clase baja. Fue apodado El Sileno (fauno o sátiro; mezcla de cabra y hombre) por su aspecto físico.

Nació en Atenas en el año 470 a. C. No escribió ninguna obra, tal vez porque consideraba que el diálogo, la comunicación directa e interpersonal, es el único método válido para la Filosofía.

Sócrates también usaba la dialéctica, pero de forma muy distinta a la de Heráclito. Para Sócrates la dialéctica consta de dos fases:

A.-La ironía, que se expresa a menudo en la actitud modesta de la frase sólo sé que no sé nada.

B.-La mayeútica, un arte que decía haber heredado de su madre. Consistía en hacer preguntas de modo que fuera el interlocutor quien acabara sacando de sí mismo las formulaciones correctas sobre el tema en cuestión.

Sócrates estaba casado y, frente a los sofistas, no cobraba sus clases, aunque los temas de su Filosofía también eran casi siempre humanos. Para Sócrates, en contra de ellos, la verdad es absoluta, para todo tiempo y lugar, y, hasta cierto punto, jerárquica y poco democrática.

Sus principales discípulos fueron Platón y el historiador y general Jenofonte, autor de escritos sobre su maestro y de la Anábasiso Retirada de los diez mil.

Aunque Sócrates fue un ciudadano ejemplar, que participó por ejemplo en guerras por su ciudad como infante con más de cincuenta años, fue acusado de impiedad y condenado a morir el año 399 a. C. Pudo huir, pero prefirió obedecer las leyes de su ciudad y morir. De esta forma, bebió la cicuta, un veneno, tras charlar tranquilamente con sus amigos y discípulos sobre la inmortalidad del alma.

Ganó tan ampliamente sus polémicas contra los sofistas como para que se haya convertido en habitual la palabra sofisma.

2.2.-Biografía de Platón

Platón fue el más genial de los discípulos de Sócrates y era también ateniense. Nació el año 427 a. C. y su verdadero nombre era Aristocles. Plato era un apodo que se debía a sus anchas espaldas. Era un miembro de la más alta aristocracia y estaba emparentado directamente con alguno de los tiranos que dominó Atenas.

De decidida vocación política, se desengañó muy pronto de las prácticas políticas atenienses de su época, especialmente tras la condena de Sócrates. Desde entonces dedicó su esfuerzo intelectual a construir y fundamentar teóricamente un modelo ideal de sociedad.

Viajó dos veces a Sicilia con la pretensión de llevar a la práctica su modelo de sociedad, haciendo que los gobernantes se hicieran filósofos, ya que no podía hacer que los filósofos gobernaran. En ambas ocasiones fracasó, la primera vez con Dionisio I cuando Platón tenía 40 años y la segunda con Dionisio II, contando ya con más de 60 años. Esta vez fue vendido como esclavo. En Sicilia tuvo relación directa con los pitagóricos y se confirmó en su idealismo.

Entre ambos viajes funda en Atenas su Academia, llamada así porque estaba situada cerca de los jardines del dios Academos. En ella se prestaba atención especial a las Matemáticas y la Astronomía, junto con la Filosofía, de acuerdo con un plan de educación progresiva. En la puerta de la Academia grabaron el siguiente lema: “No entre aquí el que no sepa Geometría”.

Platón escribió muchas obras. Al principio, antes de conocer a Sócrates, eran poéticas y dramáticas. Después fueron filosóficas y estaban escritas en su mayoría en forma de diálogos. Estos diálogos eran al principio muy socráticos y al final mucho menos.

Destacan entre sus obras el Banquete (del amor), el Fedón (de la muerte), la República (de la política), el Parménides (de la inmortalidad del alma) y el Timeo (de la naturaleza o de la Física en sentido amplio).

En la mayoría de sus diálogos el interlocutor principal es Sócrates, lo que hace difícil saber cuáles de las doctrinas expuestas en ellos proceden de Sócrates y cuáles son de origen estrictamente platónico, sobre todo al principio.

Platón murió a los 80 años, en el 347 a. C.

2.3.-El problema de la naturaleza

El atomismo tuvo poca fortuna en el pensamiento griego posterior (explicar la suspensión de los átomos parados y el movimiento desordenado provocado por el torbellino posterior). Platón y Aristóteles lo rechazaron por dos tipos de consecuencias que acarreaba:

A.-El conocimiento de la naturaleza resultaba imposible porque, ¿cómo conocer o calcular las combinaciones posibles de infinitos átomos moviéndose en el vacío?

B.-El cosmos, el orden, provendría inexplicablemente del desorden.

La explicación platónica presenta tres características contrapuestas a las anteriores:

A.-Mientras que los atomistas eran mecanicistas y “ateos” sobre el origen del universo, para Platón éste sólo puede provenir de una inteligencia ordenadora, a la que llamó demiurgo.

B.-El demiurgo actúa sobre una materia eterna y caótica.

C.-Platón establece además un tercer principio o arché, las Ideas, ya que todo ser inteligente que construye o fabrica algo lo hace de acuerdo con un plano o modelo. La función del demiurgo es la de plasmar las esencias o Ideas en la materia lo más perfectamente posible. Si el universo no es totalmente perfecto es porque la materia introduce siempre un factor de desorden e indeterminación (Timeo).

Para comprender la relación entre los tres principios eternos de Platón, que por tanto no usa un solo arché, conviene recordar el ejemplo de la construcción de una casa, con los materiales, el arquitecto o maestro albañil y los planos.

Las Ideas son entidades inmateriales, absolutas, inmutables y universales. Son las únicas realidades en sentido pleno, ya que deriva de ellas lo que de realidad hay en el mundo físico. El término que utiliza Platón es participación. Como en la lotería, uno participa de una parte de la Idea (por ejemplo, del Bien o de la Belleza), pero no tiene todo el billete, el décimo o la tira entera. Desde esta perspectiva, todos participamos un poco de la Idea de Belleza, pero las personas guapas mucho más que las feas. De todas formas, incluso las personas guapas no participan totalmente de la Idea de Belleza (recordar las poses de las modelos en las revistas para disimular las imperfecciones de las piernas o los trucos usados para reducir las orejas de Clark Gable).

Es difícil decidir si el demiurgo se trata de un dios que realmente actúa sobre la materia tomando como modelo las Ideas o si se trata de una forma mítica de expresar la acción de las Ideas sobre la materia.

2.4.-La doctrina platónica y las coordenadas de la explicación racional

El material a partir del cual están constituidas las cosas es la materia informe y caótica y lo que las cosas son verdaderamente, su esencia, es la Idea o forma que imitan y de la que participan. El demiurgo es la causa productora, pero las Ideas son también causa, no sólo formal sino también ejemplar de los seres naturales.

Platón afirma radicalmente la heterogeneidad del conocimiento intelectual y el conocimiento sensible. La irreductibilidad del conocimiento intelectual al otro tipo de conocimiento tiene su fundamento en la incapacidad de los sentidos para captar las estructuras matemáticas. A ambos tipos de conocimiento responden pues, por un lado, el carácter y existencia absolutos de las Ideas y, por otro lado, la mutabilidad y poca consistencia del mundo físico. Así, las Ideas son realidades permanentes e inmutables, mientras que los seres del mundo físico se caracterizan por su mutabilidad y corruptibilidad.

Las Ideas son, por lo tanto, un principio de unidad frente a la pluralidad y dispersión del mundo físico.

Puede comprobarse que en Platón se da un cambio importante respecto a la línea habitual de la Filosofía griega, exceptuando a los pitagóricos, porque acentúa los componentes místicos o religiosos. Al demiurgo se le puede entender como un dios ordenador, anterior al cristiano, porque no crea las cosas de la nada como el cristiano. Para Platón la materia es eterna y el demiurgo ordena ese caos.

2.5.-Aspectos fundamentales de la doctrina platónica de las Ideas

La Filosofía platónica sitúa a las Ideas como foco de referencia del mundo físico, del conocimiento intelectual, de la concepción del hombre y de la fundamentación de los ideales morales y políticos, haciendo además del mundo de las Ideas un mundo plenamente racional y organizado jerárquicamente.

Habría que hablar aquí del maniqueísmo, demonismo (cruces invertidas, por ejemplo) y pirámides al revés con el Mal en el lugar más alto y no el Bien, como en la jerarquía platónica de las Ideas. ¿Existiría, por ejemplo, la Idea de piojo? ¿Y la de excremento?

La teoría de las Ideas constituye la clave de la antropología platónica, porque el hombre está inmerso en el mundo físico, al cual su cuerpo pertenece, pero la parte más noble del hombre, su alma racional, pertenece al mundo de las Ideas, que alberga todos los ideales morales y políticos (Justicia, Bondad, Belleza, etc.) a los que ha de acomodarse la conducta individual y la organización de la convivencia social. Las Ideas constituyen un sistema por el que todas se ensamblan y coordinan en una gradación jerarquizada cuya cúspide ocupa la Idea de Bien, como la dovela de un arco arquitectónico.

Al filósofo corresponde ascender dialécticamente en el conocimiento de las Ideas hasta alcanzar a contemplar la Idea de Bien. La contemplación de ésta es conocimiento teórico y práctico a la vez de un modo similar al religioso. Esta identificación de ambos tipos de conocimientos hace que el filósofo sea para Platón el llamado a gobernar en toda comunidad humana.

2.6.-El alma

La racionalidad del alma se afinca en el conocimiento de las Ideas. Éstas constituyen el reino de lo real al que el alma pertenece y al cual se siente impulsada por su propia naturaleza.

Hay cinco rasgos principales de esta teoría:

A.-La pregunta fundamental sobre el alma es para Platón la de su inmortalidad.

B.-Su unión con el cuerpo no es un estado esencial de ésta, sino un estado transitorio y accidental que puede ser calificado como antinatural, ya que el lugar propio del alma es el mundo de las Ideas y su actividad más intrínseca la contemplación de éstas.

C.-El alma es concebida por Platón fundamentalmente como principio de conocimiento racional.

D.-Mientras permanece unida al cuerpo la tarea fundamental del alma es la de purificarse, o sea, prepararse para la contemplación de las Ideas.

Ésta es una doctrina específicamente religiosa que supone que el alma se encuentra en un estado de impureza. Las impurezas provienen precisamente de las necesidades y exigencias del cuerpo, que se oponen tiránicamente a la vocación contemplativa del alma. No se sabe si las tendencias desordenadas proceden en realidad del cuerpo o de algún estrato inferior del alma.

E.-Platón se ve de este modo obligado a distinguir partes del alma o almas distintas, que son la racional, la irascible y la concupiscible. No sabemos si son inmortales las tres o sólo la racional.

Habría que relacionar estas partes del alma con la clasificación que hace Platón de los hombres en su utopía: hombres de oro (filósofos), de plata (guerreros) y de bronce (artesanos y campesinos).

La dificultad de explicar adecuadamente las relaciones entre las dimensiones racional e irracional del hombre afecta a toda la historia del pensamiento occidental, como puede observarse en pensadores de distintas épocas (por ejemplo, Descartes, Nietzsche o Freud).

2.7.-La moral

Frente a la postura relativista que mantenían los sofistas sobre la moral, para la que ésta varía en las diferentes naciones y épocas, Sócrates estaba convencido de que los conceptos morales pueden ser fijados racionalmente mediante una definición rigurosa. De aquí que la búsqueda de su definición constituya una tarea obligatoria para todo ser humano que no viva su vida irreflexivamente, así como para toda sociedad que pretenda configurarse de acuerdo con un orden razonable.

Respecto a los sofistas conviene relacionar su pensamiento con la Antropología. Recuérdese el chiste del occidental que ver ofrecer comida a los difuntos en un cementerio japonés y las distintas formas de culto a los muertos. También los animales preferidos culinariamente, como los perros para los chinos, los corderos para los musulmanes o los cerdos para los cristianos y la repugnancia que causan en otras culturas, como a nosotros los perros o a los musulmanes el jalufo. Recordar otros tabúes culturales.

El carácter absoluto de los conceptos ético-políticos encontró su expresión más radical en la teoría platónica de las Ideas, que son independientes de las opiniones humanas sobre ellas. Así para Platón es posible definir la Justicia de un modo absoluto, mientras que para los sofistas las únicas leyes naturales son la búsqueda del placer y el dominio del más fuerte, prescindiendo del aspecto más característico del hombre, que es la razón. La Justicia consistirá en la ordenación de las tres partes del alma y en la posesión por cada una de ellas de la virtud que le es propia y que son respectivamente, de mayor a menor, la prudencia, la fortaleza y la templanza. Respecto a esta última, es bueno recordar que uno solo no debe comerse entera y de una sola vez la caja de bombones.

Al tomar en consideración otras instancias de la naturaleza humana, además de la racional, Platón evita un intelectualismo exagerado. La razón no es sólo una facultad del conocimiento, sino un principio rector que se opone al relativismo. Platón consideraba que los contenidos de la razón, las Ideas, son permanentes e inalterables.

2.8.-La política en Platón y Aristóteles

Platón y Aristóteles no consideraron nunca a la política como algo separado e independiente de la moral. Para ambos el hombre no es individuo por una parte y ciudadano por otra. El hombre es ciudadano y se moraliza en el seno de la polis o del Estado.

La naturaleza humana es esencialmente social. Mientras que algunos sofistas consideraban a la sociedad como un producto de la convención (la sociedad deriva de un contrato y no es natural), Aristóteles afirma que la sociabilidad es un rasgo o dimensión esencial de la naturaleza humana, porque el hombre es por naturaleza un animal político (Política). También dice que aquel que no puede vivir en sociedad o no tiene necesidad de ello, porque es autosuficiente, ha de ser una bestia o un dios (Política).

Conviene relacionar este desarrollo aristotélico con el nacimiento de la democracia moderna mediante la Revolución Francesa.

Se pone de manifiesto su concepción teleológica de la naturaleza, porque la afirmación de que el hombre es naturalmente social equivale a decir que el hombre tiende por naturaleza a la vida en comunidad. Telos significa fin u objetivo último.

Platón en cambio se esforzó por describir la organización política ideal, es decir, la que responde a la naturaleza del hombre y la sociedad. Los gobernantes han de ser los filósofos y la justicia es un orden en el que cada parte de un todo cumple con su cometido. La justicia se realizará si los gobernantes son realmente sabios, los soldados valientes y todos los ciudadanos moderados. Platón fue, por lo tanto, el primero en crear una utopía (etimológicamente sin lugar) en sus libros República y Leyes.

Se puede relacionar con la ucronía, muy en boga actualmente, y con el desarrollo de la utopía como subgénero literario, dada la complejidad y dificultad de llevarla a la práctica. 

Aristóteles, mucho menos utópico que Platón, distingue tres formas de gobierno positivas: la monarquía (gobierno de un solo hombre), la aristocracia (gobierno de los mejores) y la democracia (gobierno del pueblo). Discute las ventajas y desventajas de cada una y de las tres formas perversas que se derivan de ellas: la tiranía (gobierno de un déspota), la plutocracia (gobierno de los ricos) y la demagogia (gobierno de la plebe).

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