Descartes y su búsqueda de la verdad absoluta

A Descartes lo situamos en el siglo XVII, una época de crisis en todos los ámbitos

tanto religioso, como económico y cultural. Era una época en que no había libertad de expresión, ya que la iglesia, completamente intolerante, había creado la Inquisición, una institución dedicada a la persecución y eliminación de la herejía, es decir, de todos los pensamientos que fueran en contra del dogma cristiano. Además, las escuelas y los institutos utilizaban el sistema escolástico, el cual se basaba en la explicación de la realidad mediante la Biblia. Este sistema utilizaba el principio de autoridad y no admitía ninguna otra forma de conocimiento. Aun así, el siglo XVII es un momento en que la sociedad está empezando a intentar romper con el mundo medieval, cosa que significó el inicio de importantes críticas a este sistema escolástico. En medio de este contexto, si inicia la filosofía moderna, fundada por Descartes, la principal preocupación de la cual es establecer una filosofía alternativa a la escolástica. También fue Descartes quien fundó la corriente filosófica del racionalismo, la cual considera que la razón es la única fuente segura del conocimiento.

Descartes y su búsqueda de la verdad absoluta

Descartes decidió que, para llegar a la verdad absoluta a partir de la razón, necesitaba establecer una base desde cero, es decir, sin ningún tipo de influencia externa, a partir de la cual, después, construiría su edificio del conocimiento. Para establecer esta base y así llegar al conocimiento verdadero, necesitaba encontrar un método, y la búsqueda de este método es lo que encontramos en su publicación “Discurso del Método”.

Seguidamente, publicó su obra “Meditaciones metafísicas”, en las que hace una reflexión sobre los cimientos del edificio del conocimiento que quiere crear. Para iniciar este proyecto, decide que el punto de partida será la duda: poner en duda todo aquello que pueda le conducirá a encontrar lo que se escapa a la duda, es decir, aquello evidente, que será el primer saber verdadero. Para hacerlo, decide que todo conocimiento que provenga de los sentidos y toda aquella ciencia que intente explicar este conocimiento se tiene que poner en duda, y lo corrobora con su teoría de la vigilia/sueño, la cual afirma que cabe la posibilidad que todo sea un sueño y, por lo tanto, todo lo que percibamos puede ser que en realidad no exista. Además, exponiendo su hipótesis del Genio Maligno también dice que hay que dudar de las verdades de la razón, ya que cabe la posibilidad que exista un ser con una inteligencia superior que nos engañe y que haga que aquello que pensamos no sea lo cierto. De manera que, una vez puesto todo esto en duda, llega a la conclusión de que no podemos estar seguros de nada, excepto del hecho de estar pensando, es decir, el contenido del pensamiento esta puesto en duda, pero el acto de pensar es evidente e irrefutable, de manera que con esto llega a la primera verdad, el “Cogito ergo sum”, es decir, el “Pienso, luego existo”, la cual afirma que la verdad procede únicamente del propio acto de pensar.

A partir de esto, expone su teoría sobre la existencia de ideas innatas, las cuales no han sido inventadas por nadie y nos muestran la esencia de las cosas, aunque estas no existan. Y mediante estas ideas innatas, afirma que puede demostrar la existencia de Dios, ya que la idea de Dios, que según él es innata, está relacionada con la perfección, la cual implica la existencia, y, además, un ser perfecto no miente, por lo tanto, Dios es un ser que existe y no nos engaña. Esto nos lleva a la conclusión final de que nuestra conciencia y nuestra razón funcionan correctamente, ya que no hay una inteligencia superior que nos engañe.



Comparación entre Locke y Descartes

Primer de tot, els dos filòsofs pertanyen a la filosofia moderna, però la línia de pensament de Descartes és el racionalisme i la tendència de Locke és l’empirisme. Descartes creia que calia cercar una veritat absoluta a partir de la raó, per això va establir una base filosòfica pròpia començant de zero i sense cap tipus d’influència externa. Per arribar a aquesta veritat va decidir dubtar d’absolutament tot, fins hi tot dels sentits. Locke també creia que calia trobar una veritat absoluta, però pensava que aquesta s’havia de cercar per mitjà de l’experiència. A diferència de Descartes, Locke considerava que la base de la filosofia no era el dubte, sinó sotmetre l’enteniment humà a un anàlisi crític, tenint en compte les seves capacitats i els seus límits. Per a Descartes existeixen unes idees de les quals no podem dubtar, que són les innates i universals. En canvi, Locke pensa que no hi ha idees innates ja que quan naixem la ment és com un paper en blanc que es va omplint amb experiències particulars i concretes. Segons Descartes el món el coneixem per deducció, és a dir, a partir de la idea del “jo penso” dedueixo que hi ha món i que Déu existeix. Segons Locke, coneixem el món per experiència, és a dir, a partir de la suma d’experiències sensibles elaborem una idea. A més, els dos autors també es diferencien en el concepte del “jo”. Per a Descartes, jo soc una cosa que pensa; l’essència del jo és pensar i fins hi tot pensava que “jo existeixo com un pensament sense cos”. Locke creu que tota experiència s’origina en un cos i depèn de la percepció sensible, sense la qual no hi hauria identitat personal. L’ànima i el cos estan separats però relacionats entre sí. I per últim, Descartes creu que la substància és allò que no necessita cap altre realitat per existir i en diferencia tres: el Jo, Déu i el Món, i constitueixen tres àmbits de la realitat. Locke pensa que la substància és una idea complexa que imaginem o suposem com a suport de les nostres idees simples, però no es pot demostrar empíricament la seva existència.

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